ARDIERON 40 CHABOLAS
Cáritas lamenta el incendio en el asentamiento de Palos y pide a las administraciones más implicación
12.11 h. Cáritas Diocesana de Huelva ha lamentado el incendio que ayer arrasó el asentamiento chabolista del polígono de San Jorge de Palos de la Frontera. En total, salieron ardiendo alrededor de 40 chabolas y se han visto damnificadas otras 50 personas, pero es posible que sean más ya que muchos se encontraban ayer trabajando y pernoctando en los campos de cultivo.
Afortunadamente no hay que lamentar víctimas o heridos entre los afectados. Para Cáritas este lamentable suceso saca a la luz el drama personal de muchos de los temporeros que viven en la cercanía de los diferentes municipios freseros de Huelva y que cada año acuden a la provincia en busca de un puesto de trabajo. Sin embargo, este incendio se trata de un hecho muy grave pero puntual tras el que se esconde la realidad de los más de 1.800 temporeros que se encuentran en los asentamientos de la provincia y que son acompañados por los técnicos y voluntarios de Cáritas Diocesana de Huelva.
Nada más conocer los hechos, personal de Cáritas Diocesana de Huelva se desplazó al lugar, junto con otras entidades sociales, para atender de forma urgente a los afectados. A estas personas se les han entregado mantas, zapatos, camisetas y pantalones deportivos, ya que el fuego ha arrasado con todas sus pertenencias. Se han encontrado solo con la ropa que llevaban puesta en el momento del incendio.
Además, Cáritas Diocesana de Huelva les ofreció la ayuda de emergencia que pudieran necesitar, ayuda que también fue ofrecida por las distintas entidades sociales que trabajan en este asentamiento de Palos de la Frontera. De esta forma, Accem les hizo llegar ayer mismo ropa interior y alimentos de primera necesidad.
Este hecho, según Cáritas Diocesana de Huelva, pone de manifiesto las precarias condiciones en las que viven muchas personas en el campo onubense, que acuden a la campaña agrícola y que están privadas de las necesidades más elementales y de los derechos humanos más básicos, como vivienda, alimentación o salud. Se trata de un fenómeno que viene registrándose desde hace más de una década, ante el cual no se terminan de poner soluciones. Y no es una realidad ciega, sino que estas personas están cerca de nosotros y no podemos mirar a otro lado y dejar de escucharlas.
Cáritas recuerda que el año pasado se produjeron cuatro incendios en los asentamientos de Palos de la Frontera (1 de junio de 2015), Lepe (3 de junio y 14 de agosto de 2015) y Lucena del Puerto (14 de mayo de 2015) que acabaron con varias decenas de chabolas y dejaron a muchos afectados. Este año, ante la llegada del verano, alerta que se pueden reproducir estos hechos ya que se requiere muy poco (una chispa o un fuego mal apagado) para que se prenda fuego en todo el asentamiento, donde abunda el material inflamable como palets, plásticos y basura.
Ante esta situación, Cáritas solicita que cada una de las administraciones afronte su parte de responsabilidad en esta realidad, así como una mayor implicación de las administraciones competentes para buscar una solución real a este problema.
Asimismo, pide la creación de una mesa intersectorial en la que la administración, los sindicatos, la patronal, las organizaciones sociales y los propios afectados busquen y aporten todo lo posible en la solución de este problema humanitario, además de la puesta en marcha de una red de recursos en todas las zonas agrícolas que permitan a los trabajadores temporeros no verse obligados a vivir en asentamientos que no disponen de ningún tipo de servicios.
Cáritas solicita además que estos servicios se vean ampliados con aquellos otros que complementen las necesidades de atención social, de salud, educación de las personas que se desplazan a la provincia a trabajar (desde duchas hasta ampliación en la dotación sanitaria), así como la puesta en marcha programas de ayuda y mediación al alquiler de viviendas que ofrezcan una alternativa a las chabolas.