12.30 h. Después de recibir el visto bueno del Obispado de Huelva y que un notario se personara en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán para dar fe de lo que pudiera aparecer bajo la losa indicada en la nota que hallaron de manera fortuita los miembros del grupo Manguara, el misterio se aclaró: todo había sido una broma. Como recuerdo quedará el documento donde se recoge pormenorizadamente el proceso seguido en la localización del supuesto tesoro. Consulta el acta notarial y las fotografías recogidas durante la búsqueda.
