En el centro de salud de Lepe
Talleres para mejorar la calidad de vida de pacientes con dolores de espalda y cuello
13.54 h. El centro de salud de la localidad de Lepe ha organizado en los últimos años, a través de su sala de Fisioterapia, diferentes talleres formativos enfocados a mejorar el estado de aquellos pacientes de su área de influencia que presentan dolores en la zona vertebral, a través de la práctica de ejercicios y consejos para su autocuidado que les permitan llevar a cabo una vida normalizada y minimizar al máximo sus molestias.
Esta iniciativa, denominada Escuela de la Espalda, también se ha dirigido de forma específica a la población infantil con la finalidad de prevenir futuros problemas de este tipo en el colectivo y transmitir el aprendizaje en su entorno familiar. Los asistentes son pacientes derivados directamente desde el médico de familia o el servicio de Rehabilitación hospitalario que tienen dolor de cuello o espalda de más de tres meses de evolución, cuyo origen no es patológico y en los que el tratamiento fisioterapéutico no está contraindicado con la participación en esta actividad. En el caso de los menores, la captación se ha realizado en los propios colegios mediante las visitas de los profesionales sanitarios incluidas dentro del programa de salud escolar, que permiten la identificación de niños con un cuadro clínico, fundamentalmente desviaciones de la columna vertebral, que pueda acarrear complicaciones en la vida adulta.Los objetivos generales de los talleres, que constan de entre 10 y 15 sesiones tanto teóricas como prácticas, radican en que los usuarios conozcan las principales estrategias para convivir y comprender esta clase de dolencias; consigan una máxima normalización en el desarrollo de su vida laboral, social o familiar; potencien habilidades para el autocuidado de su espalda, y cambien su actitud hacia los síntomas mediante una implicación activa en el proceso, haciéndoles en definitiva partícipes de la mejoría que experimenten.Entre los contenidos abordados se encuentran el aprendizaje de nociones generales de anatomía, fisiopatología y biomecánica de la columna vertebral, así como de técnicas de higiene postural y ergonomía con el fin de identificar y corregir posturas anómalas que afecten a la espalda, además de la aplicación de los principios básicos para anticiparse a posibles lesiones en la zona. Todo ello posibilita no sólo una mejora en el estado de salud de los asistentes, sino también la promoción de la cultura preventiva.En otro apartado, también se practican ejercicios de relajación, automanejo del dolor, estiramientos y fortalecimiento de la musculatura abdominal y de las piernas, así como de reeducación postural y respiratorios. Una vez concluidas las sesiones, los participantes reciben información con las técnicas y ejercicios mostrados, de forma que puedan efectuar en casa y prolongar en el tiempo los conocimientos adquiridos. Alrededor de 1.200 usuarios de Lepe, Cartaya, Villablanca, San Silvestre y Sanlúcar de Guadiana, que tienen como referencia la sala de Fisioterapia del municipio lepero, se han beneficiado de este programa que el Distrito Huelva-Costa, del que dependen las instalaciones, ha extendido ahora a otras salas como la de Punta Umbría.Además, para su desarrollo también se ha contado con la colaboración de los patronatos y escuelas municipales de deportes de la zona, lo que ha posibilitado que los usuarios complementen su recuperación con otras actividades de índole deportivo.El dolor de espalda constituye un creciente problema de salud pública que, si bien en la gran mayoría de los casos no supone una enfermedad grave, alrededor del 80% de las personas lo padece a lo largo del desempeño de su vida laboral activa.La Escuela de Espalda es, por tanto, una herramienta eficaz de educación y entrenamiento que enseña los cuidados y mecanismos corporales de protección, gracias a la cual las personas con problemas vertebrales puedan efectuar su actividad diaria (laboral, social, familiar, deportiva...), prevengan nuevos episodios dolorosos y disminuyan el riesgo de incapacidad. Su fin no es sustituir los tratamientos médicos o fisioterápicos habituales, sino reforzarlos con acciones de educación y promoción sanitarias.