fútbol > recreativo
Sergi blinda a su vestuario ante las críticas
12.15 h. En uno de sus momentos más complicados en sus ya casi dos temporadas en Huelva, el técnico del Recre les ha explicado a sus jugadores que prefiere cargar él con toda la presión de los pitos del público y les ha instado a que se mantengan unidos y al margen de las críticas. No cumplirá su tercer año de contrato a no ser de que logre el ascenso.

Parece un sinsentido y algo que fuera de Huelva no se entendería nada, o casi nada. Y es que a pesar de que el Recreativo marcha tercero en la clasificación y puede pelear incluso por lograr el ascenso directo en las nueve últimas jornadas del campeonato liguero, el juego del Decano no convence a sus aficionados y los pitos y críticas fueron una constante a lo largo de los noventa minutos del partido del domingo en el Nuevo Colombino frente a la Ponferradina. Principalmente iban dirigidos contra su entrenador, Sergi Barjuan, que cada vez se va pareciendo más a Quique Hernández en su etapa en Huelva.
Así, el valenciano logró la nada despreciable cifra de 71 puntos en la temporada 2004/05 con el Recre en la Segunda División, pero el Decano quedó quinto en la tabla y no logró el ascenso teniendo una plantilla con un potencial para haber jugado bastante mejor al fútbol. Aquel equipo ganaba, pero aburría, y encima el preparador valenciano dejó durante muchos encuentros en la grada a Viqueira y a Uche. A Sergi le está ocurriendo tres cuartos de lo mismo. Gana sin un sistema claro de juego y, lo más grave, sin un once tipo después de 33 jornadas, y últimamente también está dejando a varios de sus mejores futbolistas en el banquillo. Si Quique Hernández se empecinaba en colocar a tres centrales, Sergi Barjuan opta por colocar a un lateral como es Fernando Vega como mediocentro. Pero ambos lograron muchos triunfos de la sinrazón.
La mala suerte que tuvo Hernández, y la buena que está teniendo Barjuan, es que en la Liga 2004/05 no había 'play-off' y además el ascenso estuvo muy caro en puntuación, mientras que en el presente ejercicio está muy barato. Hace nueve temporadas acudía al Colombino bastante más afición que en la actualidad, pero la mayoría de los seguidores albiazules acababan desencantados y sacando pañuelos y pitos contra el técnico valenciano, algo que ya se está viendo también que sucede con Sergi. El catalán no está teniendo empatía con el público ni con los medios de comunicación y si no logra ascender esta temporada a la máxima categoría no cumplirá su tercer año de contrato. Todas las partes implicadas lo tienen claro, y es que si no la situación sería insostenible la próxima campaña teniendo en cuenta la gran brecha existente que hay en el entorno respecto a sus maneras de trabajar y a su talante.
Sergi tiene mucha experiencia como futbolista y sabe convivir con la presión después de haber vestido camisetas de equipos grandes como el Barcelona, el Atlético de Madrid y la selección española. Por eso en las últimas semanas les ha explicado a sus futbolistas que prefiere cargarse él toda la presión y la responsabilidad de las críticas para que así ellos estén más liberados y no jueguen atenazados. Hay jugadores que eso no lo están sabiendo asimilar del todo y su nivel está bajando como locales. Les quema el balón en los pies en el momento vital de la temporada. Incluso el domingo hubo algún gesto despectivo de alguno de ellos hacia el público. Cunde el nerviosismo.
El preparador catalán tiene muy claro que ni la afición, ni la prensa van a ser capaces de perdonarle sus excesos y defectos en los dos meses de competición que quedan, por lo que ya les ha comentado a sus futbolistas que la única manera de que logren el objetivo es haciendo una piña de puertas hacia adentro, blindado el vestuario y creyendo en una idea común, que es principalmente la de clasificarse para disputar el 'play-off' de ascenso, ya que el equipo está llegando muy justo al final de Liga como para poder aspirar a algo más. El Decano ha sufrido una involución en su fútbol, como ya le sucedió en la primera temporada de Sergi en su banquillo, y a día de hoy hay rivales más cualificados en la zona alta de la tabla. El catalán dejó caer el domingo en la sala de prensa que están sobreponiéndose a muchas adversidades, que bien pudieran ser el retraso en el pago de las nóminas o la gran cantidad de lesionados, pero está claro que una de las más grandes, en buena parte provocada por él, está siendo esa falta de comunión grada-equipo que se hizo muy patente ante la Ponferradina pese a lograr los tres puntos.