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Víctor Hugo Mesa saca el látigo
11.20 h. La primera idea del dueño del Recre es desprenderse del club y tratar de recuperar la inversión que hizo en su día. Y si al final tiene que continuar, tiene claro que quiere prescindir del presidente, Pablo Comas; del secretario técnico, Fernando Iturbe, y del responsable de los escalafones inferiores, José Luis Peña. Además, le gustaría reunirse con el Recre Trust y con el futuro alcalde, Gabriel Cruz.

El Recreativo de Huelva parece el mundo al revés. Así, mientras que su presidente, Pablo Comas, quiere seguir y todavía sueña con que el equipo quede tercero por la cola para buscar la permanencia en la categoría de plata en los despachos, el dueño del Decano, Víctor Hugo Mesa, no quiere que el máximo mandatario esté ni un minuto más presidiendo el club. Ya le ha defraudado bastante con sus tomas de decisiones a nivel deportivo y económico y desde hace algunas semanas ha puesto sus asuntos en manos de un despacho de abogados de la capital onubense que tienen por delante la ardua tarea de despojar a Comas de la mayoría del accionariado que tiene en Gildoy para posteriormente desbancarlo de la presidencia de la entidad albiazul. No será fácil, pero es el plan B que tiene entre manos el uruguayo, ya que su plan A es el de vender el club.
Víctor Hugo Mesa es hombre de negocios, más que de fútbol, y tiene claro que al menos quiere recuperar lo que invirtió en el Decano hace cuatro años. No es mucha cantidad, así que la venta en teoría parecería accesible. Pero el gran galimatías de la cuestión es que la deuda del club onubense ha aumentado en bastantes millones de euros desde que Gildoy hizo la compra, y eso se convierte en el gran caballo de batalla a la hora de encontrar nuevos inversores. En el caso de que finalmente no pueda vender, Víctor Hugo Mesa quiere empezar de cero un nuevo proyecto, y para eso no sólo le sobra Pablo Comas, sino también varios más de sus trabajadores, como es el caso del entrenador, José Domínguez; el secretario técnico, Fernando Iturbe; y el responsable de los escalafones inferiores, José Luis Peña. Domínguez se irá sin hacer ruido, ya que venía de la mano de un grupo inversor que tras el descenso a Segunda B ya no quiere saber nada del Decano; Iturbe sabe que sus nociones futbolísticas son escasas y le da pavor aparecer en los medios de comunicación, así que también se marchará sin hacer ruido; y Peña sí quería continuar, y más después de no conseguir un escaño en el Ayuntamiento de Isla Cristina en las pasadas elecciones municipales, pero el descenso del filial albiazul a la Primera Andaluza le ha terminado por condenar.
El uruguayo, que está muy al tanto de lo que ocurre en Huelva y en el Recreativo por su constante manejo de Internet, está dolido por las críticas recibidas por su gestión y considera que no es el principal culpable, ya que cree que sobre todo Pablo Comas le ha fallado, y más después de ver como incluso el presidente desvelaba en una entrevista hace unos días en el diario Huelva Información que la relación entre ambos está ya bastante deteriorada. Buscará también una directiva compuesta casi totalmente por hombres nuevos, ya que entre otras cosas Antonio Martín y Jesús Martín tienen previsto presentar su dimisión, mientras que José Luis Martín se aferra siempre al poder, aunque tampoco tendrá fácil que Victor Hugo Mesa quiera que siga. El dueño del Decano también quiere reunirse con los miembros del Recre Trust, que le inspiran más confianza de cara al futuro que la Federación de Peñas debido a que ve que en ellos hay movimiento, sentimiento e intención de salvar al club albiazul del desastre. Y también tendrá una reunión con el futuro alcalde de la ciudad, Gabriel Cruz, para pedirle la implicación de más empresas e instituciones de Huelva. El asunto empieza algo torcido, ya que según ha anunciado hoy mismo Antena Huelva Radio el PSOE no va a conceder el millón de euros que estaba previsto que llegara desde el Consistorio onubense para la ampliación de capital.
Hay que que conseguir algo más de cinco millones de aquí al día 31 de junio para poder competir en Segunda B. Ese millón del Ayuntamiento era vital para pagarle a los jugadores y trabajadores y evitar las denuncias ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Ahora Víctor Hugo Mesa, si le falla la opción de vender el club, deberá buscar ese dinero con urgencia debajo de las piedras. En cuanto a los otros cuatro millones, en principio podrían llegar tras la aprobación del Real Decreto Ley y el crédito de los derechos audiovisuales, y de esa manera se llegará a un acuerdo para aplazar la deuda tanto con Hacienda como con la Seguridad Social. Un nuevo Recre se dibuja en el horizonte. Hay mucho trabajo por delante. Lo deportivo está en un segundo plano, y cuando se resuelva el delicado asunto económico se buscará gente conocedora de la Segunda B para integrar el cuerpo técnico, la dirección deportiva y la plantilla. La cantera también sufrirá una gran revolución y se tratará de no dar apenas bajas en cuanto a los trabajadores de la parcela administrativa de la entidad albiazul, ya que tampoco suponen un gasto excesivo que pueda descuadrar las cuentas y su trabajo es vital para llevar el día a día del Decano.