La plantilla del Decano celebra a lo grande la permanencia

Han sido muchos meses de sufrimiento y por ello la explosión de alegría que se vivía en el vestuario del Recreativo de Huelva en el Nuevo Colombino, abierto a la prensa, era enorme. No se celebraba un ascenso ni un título, sino continuar en Segunda B y seguir con vida, nada más y nada menos. Por ello los rostros eran de plena felicidad. La celebración de la plantilla albiazul fue a lo grande, pero no porque hubiera champán y lujo, si no porque las grandes dosis de alegría así lo manifestaban, con enormes sonrisas imposibles de borrar en cada rostro.

Ya al terminar el partido se quedaron en el césped para mezclarse con la afición y de hecho se dirigieron hasta la grada de animación para agradecer su apoyo incondicional. Ya bajo techo había risas y bailes por todos lados, con los más jóvenes soltándose con los pases más arriesgados y las bromas más grandes. Se abazaban, cantaban y gritaban, se felicitaban entre ellos y vivían un momento que llega tras soportar meses y meses de impagos, de falta de medios para desarrollar su profesión, de lesiones que han condicionado al equipo semana a semana, entre otros muchos problemas que finalmente no han impedido que el equipo que dirige Alejandro Ceballos alcance su objetivo.

El técnico sevillano también fue parte de la fiesta y nada más entrar en el vestuario fue cogido por sus jugadores y le echaron todo un bidón de agua por encima, pero Ceballos sonreía y se abrazaba a lo suyos. Él también ha sufrido mucho y también es por ello doblemente feliz.