SEXOLOGÍA
Violencia de género: un gran mal que es cosa de todos
Mañana 25 de noviembre, se celebra el Día Internacional Contra la Violencia de Género. En este día de aúnan las fuerzas de todas las administraciones públicas, asociaciones, etc. para levantar la voz contra esta lacra social que acecha la sociedad de nuestros días y que nació hace siglos, aunque no ha sido hasta hace algunos años atrás cuando se ha ido visibilizando socialmente poco a poco.


Existen diferentes tipos de violencia de género:
El ciclo de la violencia de género se desarrolla en tres fases diferentes:

Las consecuencias que derivan de este proceso de violencia hace que la mujer progresivamente vaya perdiendo su autoestima, que se encierre en un mundo en el que prácticamente está ella sola con su agresor (esto es lo que en ocasiones hace que romper, y reconocer su situación sea muy difícil para ellas), estados depresivos, ansiosos, miedos, sentimientos de incapacidad, de culpa, etc. Todo esto es lo que en ocasiones les dificulta romper con la relación, pedir ayuda o denunciar.
Ayudarlas a reconocer su problema, apoyarlas en la toma de decisiones, asesorarlas en el proceso, etc. es necesario para que puedan afrontar la situación de manera más satisfactoria para ellas.
Una pregunta que deberíamos hacernos es, ¿hasta cuándo seguirá existiendo la violencia de género? Sinceramente, si reflexionáramos pausadamente sobre este tema, seguramente nos preocuparía mucho la respuesta, pues casi seguro que terminaríamos concluyendo con un “ni idea”. Quizás deberíamos comenzar, todos y todas, por hacernos otras preguntas: ¿Qué subyace bajo ésta? ¿Qué ha generado que siglo tras siglo las mujeres vivan, muchas de ellas, acechadas por este mal? ¿Por qué se produce?
La desigualdad en la que hemos vivido a lo largo de los años las mujeres con respecto a los hombres, y que han sido originadas por los modelos de educación en lo que hemos crecido, donde se le otorgaban al hombre funciones de poder, fuerza, protección, etc.; y a las mujeres funciones de cuidadora, educadora, débiles, sensibles, etc., ha sido una de las principales causas por las que muchos hombres han desarrollado conductas violentas hacia sus parejas, así como mecanismos de mando, de control, de dominación–sumisión, potenciador de estas desigualdades y responsable de conductas violentas.
En España en los últimos años hemos avanzado mucho en materia de igualdad. Hoy día tenemos una de las leyes pioneras y más completas en la protección e intervención en violencia de género, son muchas las mujeres que denuncian, que rompen con las situaciones de violencia en la que viven, que comienzan a conocer sus derechos, que piden ayuda y se acogen a esta ley.

En intervención terciaria es donde mayores esfuerzos se han volcado en los últimos años, y evidentemente imprescindibles para el tratamiento y la recuperación de las mujeres que sufren o han sufrido con esta lacra social. Pero ahora debemos comenzar a plantearnos la necesidad de volcar grandes esfuerzos en prevención primaria, programas de educación destinados a los niños desde pequeños, con objeto de que crezcan viendo en el hombre y la mujer dos personas iguales (salvo las diferencias físicas) y con los mismos derechos. Programas de sensibilización social, con objeto de llegar a toda la población adulta y cuyo fin sea la reeducación en materia de igualdad. ¿Difícil (llegar a todos y todas)? Pues sí, pero no imposible.
Y por supuesto, programas de prevención secundaria donde se forme a profesionales de diferentes disciplinas (médicos, docentes, etc.) para detectar de forma precoz el problema y dotarlos de las herramientas necesarias para la intervención precoz.
Así pues, creo que está claro que tenemos que seguir avanzando, que tenemos que seguir trabajando para que llegue el día (somos conscientes de que nos queda mucho) en el que podamos hablar de la erradicación de la violencia de género. Decir ¡NO! es cosa de todas y de todos.
Teléfono de atención a la violencia de género: 016
Carmen Canterla
Directora del I.S. Vidacer Huelva
C/ Amado de Lázaro, nº 7 local bajo. Huelva
Tlf. 959 544 011 / 691 440 954