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Trastornos de la alimentación: factores de riesgo y protección

La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2004) informa que, en los países desarrollados, los Trastornos de la Alimentación (TA) han aumentado en los últimos 50 años, alcanzando una prevalencia del 0,5-1% en anorexia nerviosa, del 0,9-4.1% en bulimia nerviosa y del 5-13% en síndromes parciales de TA.

Trastornos de la alimentación: factores de riesgo y protección

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Numerosos estudios han encontrado comportamientos de riesgo relacionados con la comida en adolescentes de Europa, Norteamérica y Centroamérica. 

El informe internacional Health Behaviour in School-Aged Children indicó en 2008 que en España, el 14,8% de los 21.811 participantes del estudio, cuyas edades estaban comprendidas entre los 11 y los 18 años, no desayunaban los días entre semana. El 15,5% de las chicas admitió que hacían dieta o alguna otra cosa para perder peso, y el 30,4% de las chicas dijo que aunque no estaban a dieta, pensaban que deberían perder algo de peso. Estos resultados se confirmaron en 2012, con una ligera tendencia al aumento.

Desafortunadamente, los resultados obtenidos por los programas de prevención de desórdenes alimenticios están lejos de ser satisfactorios. De 51 programas de prevención analizados, sólo dos obtuvieron los efectos deseados. Esto nos muestra la necesidad de seguir investigando sobre los factores de riesgo y protección con el objetivo de diseñar programas realmente efectivos.

Además, no hay estudios (o, si los hay, son realmente escasos) que analicen las posibles diferencias en vulnerabilidad a los TA según la edad de la persona. La adolescencia es una etapa muy heterogénea, pues no es lo mismo tener 13 que 18 años, a pesar de que en ambos casos se considera a la persona adolescente. Por otro lado, es importante también diferenciar según el género.

La gran mayoría de estudios está de acuerdo en que existe una relación entre estilos de afrontamiento desadaptativos y el riesgo de desarrollar un trastorno de la alimentación.

Los estilos (o estrategias) de afrontamiento hacen referencia a los esfuerzos que realizamos para hacer frente a las demandas que nos surgen, tanto internas como externas (del ambiente), y a los conflictos que puedan surgir ante estas demandas si son causa de estrés para la persona.

Un estudio reciente, de 2015, tenía como objetivo analizar la relación entre los estilos de afrontamiento y la vulnerabilidad ante los TA en la población de chicas adolescentes, teniendo en cuenta, además, su edad (entre 13 y 18 años).

Según los resultados obtenidos, se vio que las estrategias de afrontamiento más fuertemente asociadas con la probabilidad de desarrollar un TA son la autoinculpación por los problemas y los fracasos, así como presentar comportamientos poco adaptativos que reduzcan la tensión que les suponen las situaciones estresantes (por ejemplo, no enfrentarse a los conflictos, gritar y llorar sin resolver realmente el problema, consumir drogas ya sean legales o ilegales). Todo esto, independientemente de la edad de las chicas.

Por otro lado, la insatisfacción con el propio cuerpo es otro de los factores más relacionados con el riesgo de sufrir un TA. Aquí nos referimos a chicas que se sienten infelices con su forma física, especialmente con el tamaño de zonas de su cuerpo como el estómago, las caderas o los muslos. La media de edad en que las chicas tienen su primera menstruación es de 13 años, momento en el que sus cuerpos comienzan a cambiar y a distanciarse de los estándares de belleza. Esto puede contribuir a una actitud de vergüenza, molestia o preocupación con respecto a su aspecto físico que se relaciona con un mayor riesgo de desarrollar un TA.

Los 17 años también están asociados con cambios importantes en la vida de las chicas. Aunque la transición de la adolescencia a la adultez no está realmente definida, sí parece que una etapa llega a su fin en torno a esta edad. En España, la mayoría de edad se alcanza a los 18 años. Por tanto, quienes tienen 17 están a punto de dejar de ser considerados como menores. Además, la educación secundaria también termina en estos momentos, y muchos adolescentes se encuentran en la situación de tener que decidir si continúan estudiando o empiezan a trabajar. Estos cambios no sólo implican nuevos roles, expectativas y responsabilidades, sino que también implica la necesidad de relacionarse con nuevos grupos sociales. Todo ello constituye una importante fuente de ansiedad. 

Cuando los adolescentes se enfrentan a contextos diferentes que son novedad para ellos, tienden a resaltar las diferencias que existen en sí mismos y los demás. En esta etapa, y según expertos, el cuerpo se convierte en una forma de presentarse de manera exitosa ante otras personas; además, puede ser una herramienta para la individualización. En este sentido, los TA podrían entenderse en parte como una respuesta a los cambios sociales. Teniendo todo esto en cuenta, es razonable suponer que a los 17 años se da, una vez más, una mayor importancia a la apariencia física y, sobre todo en adolescentes con estrategias de afrontamiento desadaptativas, los comportamientos de riesgo asociados al desarrollo de un TA podrían ser más comunes.

Como conclusiones, y según los resultados obtenidos hasta el momento, podríamos afirmar que en la adolescencia el mayor riesgo de desarrollar un TA ocurre a los 13 y a los 17 años de edad. Y también, que los adolescentes más vulnerables son aquellas cuyas estrategias de afrontamiento son desadaptativas.

Siendo esto así, y teniendo en cuenta también todo lo anterior, parece que las líneas de trabajo para prevenir e intervenir en los TA serían:

-    Ofrecer alternativas de resolución de problemas, más adaptativas y saludables.-    Enseñar técnicas que les ayuden a manejar sus emociones.-    Ayudarles a mejorar su autoestima.

Y, por supuesto, continuar investigando sobre posibles causas, así como factores de riesgo y protección que vayan esclareciendo cada vez más el camino hacia la solución de este tipo de trastornos.

Esperanza Gómez Harrierohola@esperanzaharriero.comwww.esperanzaharriero.comTwitter: @EGHarrieroFacebook: https://www.facebook.com/EGHarriero 

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