MAGNA MARIANA DE HUELVA
Estas son las vírgenes de Huelva que se coronaron con motivo de la conmemoración del V Centenario del Descubrimiento
Todas estas sagradas imágenes participan este sábado en la procesión de la Magna Mariana de Huelva
Guía de la Magna Mariana de Huelva 2025: horarios, recorridos, vírgenes que procesionan y toda la información que debes saber
Magna Mariana de Huelva: La Peña y Montemayor, las primeras vírgenes de la provincia en llegar a la capital
Dónde aparcar si vas a ver la Magna Mariana de Huelva 2025: parkings y lugares habilitados

La procesión Magna Mariana de Huelva reunirá este sábado en la capital onubense a 24 veneradas imágenes de Vírgenes de toda la provincia. Entre ellas habrá cinco patronas de sus respectivas localidades que fueron coronadas canónicamente por la Diócesis de Huelva entre 1991 y 1993. Fue en conmemoración del quinto centenario del Descubrimiento de América y la evangelización del continente americano.
La Diócesis onubense, como forma de propiciar una renovación cristiana popular, y como preparación para los Congresos Internacionales Mariológico y Mariano de Huelva en 1992 realizó cinco coronaciones canónicas. Se programaron en diferentes fechas, que fueron días de gran fervor popular. Estas coronaciones se dedicaron a imágenes que tuvieron una especial importancia en la época del Descubrimiento, concretamente a las patronas de Moguer, Lepe, Ayamonte, Huelva y Palos de la Frontera.
Nuestra Señora de Montemayor
La coronación de la patrona de Moguer se formalizó el 15 de junio de 1991 y fue la primera concedida por un obispo onubense. La celebración fue presidida por el tercer obispo de Huelva, Rafael González Moralejo, que impuso las coronas a las imágenes del Niño Jesús y de la Virgen en la actual plaza de la Coronación, donde años después se erigió un monumento conmemorativo. El lugar inicial iba a ser la Plaza de las Monjas, pero se apostó por otro más amplio. Las coronas de la Virgen y el Niño, diseñados por Francisco Llonis y Francisco del Toro, son obra de orfebrería Villareal, que las realizó en oro, marfil y piedras preciosas, con esmaltes realizados en el Monasterio de Santo Domingo de Silos y con cruz áurea del primer Obispo de Huelva, donada por un devoto.

El acto tuvo com padrinos a la duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, y el hermano mayor, José Manuel Moreno Montilla y contó con la música de la Real Agrupación de Aficionados de la Coral de Valverde del Camino. Posteriormente se produjo una procesión por las calles de Moguer, muy engalanadas para la ocasión, hasta su parroquia.
La devoción a la Virgen de Montemayor se remonta al siglo XIV, época de la que hay documentos. Hubo varias tallas medievales antes de la actual, realizada por Sebastián Santos en 1937. Fue nombrada copatrona junto con San José por librar a la población de una epidemia de cólera el 1 de octubre de 1854. Un siglo después de este hecho comenzó a celebrarse la romería cada mayo en torno a su ermita.
Nuestra Señora de la Bella
La patrona de Lepe se coronó el 13 de junio de 1992 en la explanada de Rubalcaba. Se ofició una misa presidida por Rafael González Moralejo, obispo de Huelva, acompañado por más de 40 sacerdotes y las voces de la Coral Polifónica de Trigueros. Tras ser coronada, la venerada imagen se trasladó a la Parroquia de Santo Domingo en una jornada en la que se cerró con un chaparrón.
El orfebre Manuel de los Ríos realizó las coronas de la Virgen y del Niño, realizadas en oro, con aplicaciones en marfil y piedras preciosas. Fueron donadas por la familia Rodríguez Mendoza.

La advocación de esta virgen lepera se remonta a 1396, año en el que la imagen fue encontrada por unos frailes en una caja en una embarcación en el río Piedras. En ese momento exclamaron «¡Oh, qué bella»! expresión que dio origen a su nombre. Ya en el siglo XVI la Virgen de la Bella habitó el convento franciscano de El Terrón y posteriormente se trasladó tras la Desmortización a la Parroquia de Santo Domingo de Lepe. Durante el siglo XIX y XX se convirtió en patrona y a mediados del siglo XX se creó su romería. Cuenta con reconocimientos como Alcaldesa Perpetua y Medalla de Oro de Lepe.
Nuestra Señora de las Angustias
En Ayamonte fue coronada el 25 de julio -día del apóstol Santiago- de 1992 la patrona de Almonte, Nuestra Señora de las Angustias, imagen del siglo XVI que preside desde su camarín barroco la parroquia que lleva su nombre. Además de alcaldesa perpetua, tiene la medalla de oro de la ciudad.
La coronación, en la que intervino la Coral de la Coronación, fue presidida por Rafael González Moralejo, entonces obispo de Huelva, con la participación de otros sacerdotes, de entre los que destaca el obispo de Faro y el emérito de Salto (Uruguay), Marcelo Mediharat. Los padrinos de la coronación fueron los ancianos de la Residencia Lerdo de Tejada y los Marqueses de Ayamonte.

El orfebre cordobés Francisco Díaz Roncero, catedrático de la Escuela de Artes Aplicadas, realizó la corona de plata y oro, donados por el pueblo, como muestra de su devoción por su patrona.
En su origen la imagen fue encontrada por los hermanos Corito en el río Guadiana y se abrió una rivalidad con los portugueses por su propiedad. En 1576 se construyó la parroquia de las Angustias y se la nombró patrona de la ciudad tras el terremoto de Lisboa en 1755. El templo fue reconstruido con la obra de la coronación.
Nuestra Señora de la Cinta
El 26 de septiembre de 1992 se celebró la coronación canónica de la Virgen de la Cinta, patrona de Huelva. La concedió San Juan Pablo II mediante bula pontificia fechada en Roma el 8 de julio de 1992. Presidió el acto el Cardenal Legado para los Congresos Mariano y Mariológico, que coronó al Niño y a la Virgen junto con el obispo de Huelva, Rafael González Moralejo. 18 obispos de varias procedencias que estaban participando del Congreso también asistieron a la coronación, que reunió a miles de onubenses en la Avenida de Andalucía.
Las coronas para la patrona onubense y el Niño se realizaron en oro, marfil, esmaltes y pedrería, a cargo del orfebre y joyero cordobés Ripoll en 1922, enriquecidas por Fernando Marmolejo Camargo en 1977.
La devoción a la Virgen de la Cinta viene de la época medieval y hay varios relatos legendarios del siglo XV, en el que se erigió su ermita. Cristóbal Colón cumplió un voto de acción de gracias realizado en el viaje de vuelta tras llegar al nuevo mundo, en 1492. La Virgen ha protegido a los onubenses ante epidemias, guerras, piratas e incendios, como dice la Salve de los Marineros.

En el siglo XVIII se hizo la imagen procesional o vicaria de la del muro, realizada por Benito Hita del Castillo y a principios del siglo XX San Manuel González compuso una oración para la Virgen de la Cinta: «Madre que no nos cansemos». El patronazgo canónico le fue reconocido por la bula Praeclara Dei Genetrix de San Pablo VI, promovido por el primer obispo de Huelva, Cantero Cuadrado, en 1964. Años antes se le había nombrado Alcaldesa Perpetua de Huelva, y más tarde recibió la Medalla de Oro de la ciudad. San Juan Pablo II, en su visita apostólica a Huelva celebró la misa y oró arrodillado ante la Virgen Chiquita en 1993.
Nuestra Señora de los Milagros
Bajo el monolito de los Descubridores, en La Rábida, se realizó el 14 de junio de 1993 la coronación de Nuestra Señora de los Milagros, patrona de Palos de la Frontera. Fue la única coronación realizada por un papa y santo en España, Juan Pablo II, que propició la bula pontificia. Finalizó con una hermosa plegaria a la Virgen de los Milagros, cuya imagen fue llevada en triunfo a Palos, donde fue nombrada Alcaldesa Perpetua de la ciudad cuna del Descubrimiento.
El acto de coronación contó con la participación del obispo de Huelva y una amplia representación de cardenales, arzobispos y obispos de España, así como Juan Francisco García Rodríguez, párroco de Palos; el superior del convento rabideño, Fray Luis Blanco Arias, y de una numerosa representación del clero y de las autoridades civiles. La madrina de la coronación, en nombre de sus padres, los Reyes de España, fue la Infanta Cristina de Borbón, que presentó las coronas para su bendición.

La corona que San Juan Pablo II puso a la imagen de la Virgen de los Milagros, está realizada en oro y enriquecida para la coronación con piedras preciosas. Lleva en esmalte la heráldica de la ciudad. La realizó el orfebre Seco Velasco en 1967. También fue autor de la corona del Niño, en 1993.
Los datos históricos demuestran que el culto a la Virgen de los Milagros se remontan al segundo tercio del siglo XIV, época en la que se realizó la imagen de alabastro de la patrona palerma. La leyenda atribuye la hechura de la imagen. de estilo pirenaico-catalano-aragonés-navarro, a San Lucas. En esa época ya existía el convento franciscano, clave en la gestación del Descubrimiento de América.
Palos de la Frontera venera a esta virgen como su patrona desde el siglo XVII y en el siglo XX esta condición adquirió el carácter de canónico. El obispo García Lahiguera impuso las coronas a la Virgen y el Niño, preludio de la coronación canónica.