obituario remedios rey de las peñas
Guardia y custodia de la memoria de Huelva
Al frente del Archivo Provincial, tuvo tiempo y empuje suficiente como para iniciar en la archivística a un número importante de historiadores
Muere Remedios Rey, histórica archivera de la Diputación de Huelva: adiós a la guardiana de la memoria de la provincia

Archivera y maestra de toda una pléyade de profesionales de la archivística que, para nuestro bien, dedican hoy su carrera profesional a una actividad tan esencial para la historiografía como es la de guardar con celo y rigor la memoria de lo que fuimos para fundamentar lo que está por venir. En estos parámetros se movió Remedios Rey de las Peñas (Huelva, 1946/2025) a lo largo de toda una brillante y fecunda trayectoria profesional.
Al frente del Archivo Provincial, tuvo tiempo y empuje suficiente como para iniciar en la archivística a un número importante de historiadores. Organizó cursos y jornadas sobre la especialidad, contando siempre con la ayuda de quien fuera todo un hito en la archivística española, Antonia Heredia. Conocida y respetada en este apartado de la ciencia, Remedios Rey de las Peñas fue quizás más conocida por su dedicación a la cocina, o más correctamente habría que puntualizar que se dedicó a salvaguardar y poner en valor la cocina de la provincia de Huelva, un tesoro que aún, ay, está desdibujado u olvidado en este maremágnum global que nos ofrece similares prosas poéticas en las cartas de los restaurantes de todo el mundo. La cocina de Huelva, y gracias en buena parte a ella, se sigue respetando y cuidando en algunos restaurantes, que no pocos, que vienen a ser ilustres ejemplos del buen hacer y, sobre todo, en las muchas casas donde pervive la tradición culinaria onubense, y por supuesto en aquellos hogares que guardan desde hace décadas el célebre manual de Remedios Rey de las Peñas, La Cocina de Huelva.
Fue a mediados de los ochenta cuando tuve oportunidad de compartir no pocos desayunos en el pequeño ambigú que por aquel entonces oficiaba en los altos del Palacio de Sedano, sede de la Diputación de Huelva. Remedios tenía despacho en la planta de abajo, en los sótanos donde guardaba con mimo esa memoria de la joven provincia de Huelva que tan necesaria nos es para conocernos mejor a nosotros mismos. Y con un café y una tostada si venía al caso, solíamos hablar de todo y fundamentalmente de cocina, hasta el punto de que empezamos, como el que no quiere la cosa, a compilar recetas, por un lado, y por otro a buscar recetarios que nos trajeran fórmulas y trucos de cocina casi olvidados. De ahí surgió años más tarde una publicación que ha sido el libro editado y publicado en Huelva con más ejemplares vendidos de la historia. Por entonces era muy activa la Academia Andaluza de la Gastronomía, donde recalamos los dos, hecho este que aprovechó Remedios, siempre atenta a la mínima oportunidad que se le presentara, para organizar encuentros y jornadas gastronómicas en las que siempre procuraba poner en valor la tradición culinaria de la provincia.
La más llamativa afición por la cocina, no nos debería apartar de su figura como archivera, como maestra de archiveros, ni tampoco el rigor con el que llevó durante tantísimos años el Archivo Provincial de Huelva. Así la queremos recordar, como la figura que fue, y más aun siendo mujer en aquellos años, como toda una personalidad en el mundo de la archivística. Ella se nos ha ido, pero su magisterio queda en no pocos profesionales que han seguido su senda y hoy guardan, como ella, con celo y rigor, lo que fuimos, y parafraseándola una vez más a la maestra, para mejor saber qué queremos ser y cómo conseguirlo.