La Audiencia Nacional expropia al Yeyo la Hacienda Montija, desde la que se fugó de la justicia en helicóptero
La sentencia declara probado que el hotel, valorado en 2,3 millones, era propiedad encubierta de Sergio Mora Carrasco, uno de los narcotraficantes más buscados de España
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La Audiencia Nacional ha decretado el decomiso de la Hacienda Montija, uno de los establecimientos hoteleros y de celebración más conocidos de la capital onubense, al concluir que su auténtico dueño no es otro que Sergio Mora Carrasco, alias el Yeyo, un nombre que figura desde hace años en las listas de los fugitivos más buscados del país.
La sentencia, hecha pública esta semana, pone punto y final a una larga investigación sobre el origen de los fondos que financiaron el negocio. Según el tribunal, el establecimiento fue adquirido con dinero procedente del narcotráfico y gestionado por una red encabezada por el propio Mora, huido desde que en diciembre de 2017 protagonizara una fuga de película en helicóptero desde esa misma hacienda y cuando estaba a punto de ser detenido.
El hotel, de cuatro estrellas y con piscina, estaba a nombre de sociedades pantalla y personas de confianza del narco, entre ellas su hermana, su exmujer y su excuñada. Todas ellas han sido ahora condenadas por blanqueo de capitales, junto a otros acusados, en esta pieza separada de la causa principal por narcotráfico en la que Mora está procesado en rebeldía desde 2020.
La Audiencia ha ordenado además el decomiso de una docena de vehículos de alta gama —entre ellos varios Mercedes, un Porsche Cayenne y una limusina Hummer—, así como de dos helicópteros, una avioneta y un ultraligero. A todo ello se suman naves industriales, pisos y otros inmuebles cuyo valor total asciende a más de tres millones de euros. Todos los bienes pasarán a ser gestionados por el Fondo del Plan Nacional sobre Drogas.
La Hacienda Montija fue adquirida en la práctica por el Yeyo en 2013, aunque su nombre no aparece en ningún documento. Según los jueces, el narco llegó a un acuerdo con el entonces propietario, Alfonso Garrido, uno de los principales acusados en esta trama. La operación se camufló como un contrato de arrendamiento con promesa bilateral de compraventa, firmado por la sociedad Mora Jaime Events SL, constituida un mes antes y representada formalmente por dos mujeres del entorno de Mora.

Pero las grabaciones telefónicas fueron determinantes. En ellas quedó probado que Garrido negociaba directamente con el propio Yeyo y con su asesor. «Son ellos sus interlocutores», señala la sentencia. El tribunal reprocha al empresario que no se detuviera a comprobar quién era realmente su comprador. «La figura de Sergio Mora era notoria por su vinculación con el narcotráfico, y pese a ello firmó el contrato, facilitando el blanqueo», señalan en su resolución.
Resolución en la que consideran probado que el hotel no solo fue comprado con dinero del narcotráfico, sino que también fue gestionado directamente por Mora y su entonces esposa, de la que se divorció en 2020. Así, vivían allí, controlaban la explotación del negocio y tomaban las decisiones. Tras la fuga del Yeyo en 2017, ella asumió la gestión patrimonial y firmó una ampliación del contrato con Garrido por 15 años y una renta de 15.000 euros al mes, con los que según la sentencia «pretendía continuar facilitando aflorar el dinero procedente del narcotráfico de Sergio y ocultar su titularidad de los bienes».
Una fuga de película
El 7 de diciembre de 2017, Sergio Mora desapareció sin dejar rastro. Estaba previsto que fuera detenido en una macrooperación contra la que se consideraba entonces la mayor red de tráfico de hachís en la península. Pero cuando los agentes de la UCO llegaron a la Hacienda Montija, él ya había huido en helicóptero.
Horas después, la Policía Nacional publicó su foto en redes sociales con el mensaje: «Desmantelada red de tráfico de hachís. Hay 14 detenidos, pero buscamos a su líder, un empresario onubense conocido como Yeyo». Desde entonces, se desconoce su paradero. Algunas fuentes lo sitúan en Marruecos, donde tenía contactos en el mundo del narcotráfico; otras creen que se refugia en algún país de Oriente Medio, donde también se sitúa al que fuese su socio, Teddy, protagonista de una de las últimas grandes operaciones de la Policía Nacional contra el blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico, en concreto, de la introducción masiva de cocaína por el río Guadiana.
El hombre que quiso ser campeón
Antes de convertirse en uno de los narcos más conocidos del sur de España, Sergio Mora fue también una figura mediática por otros motivos. Su habilidad con las embarcaciones de alta velocidad lo llevó a competir en la llamada Fórmula 1 del mar, siendo el primer español en participar en la Class 1. Llegó incluso a quedar cuarto en un mundial disputado en Dubái en 2008.
Pero ese perfil de piloto dio paso pronto a un historial delictivo plagado de detenciones, condenas y procesos judiciales. En 2002 fue arrestado con más de dos toneladas de hachís; en 2010, procesado por el robo de un sumario judicial en Moguer; y en 2014, condenado junto a su esposa por blanqueo de capitales. Para la Audiencia Nacional, desde entonces no dejó de invertir en inmuebles y negocios usando testaferros para esconder su nombre.