Narcotráfico en Huelva: Dos petaqueros huyen dejando en la playa de Isla Cristina 162 garrafas de combustible para narcolanchas

Nuevo golpe al narcotráfico en Huelva y su red de abastecimiento. La Guardia Civil ha intervenido 162 garrafas con combustible en Isla Cristina, cuando una patrulla de Seguridad Ciudadana sorprendió a dos personas portando varios bidones en la playa. En total han intervenido más de 4.00 litros presumiblemente destinadas a surtir a narcolanchas y una persona ha sido detenida.

Los hechos se produjeron la madrugada del día 27 de mayo cuando agentes del puesto de Isla Cristina que prestaban servicio de seguridad ciudadana para la prevención de la delincuencia, al llegar a un punto de la playa observaron a dos personas a lo lejos portando garrafas de las utilizadas normalmente por el narcotráfico para el abastecimiento de narcolanchas, las cuales al detectar la presencia policial emprendieron la huida, abandonando las garrafas que portaban.

Por ello en coordinación con la sala 062 de la Guardia Civil, se activaron varias patrullas para la localización de estas personas, mientras que los agentes se dirigieron al lugar donde fueron observados los portadores. Ya allí, encontraron una gran cantidad de garrafas esparcidas por la arena, así como dos vehículos, en uno de los cuales se localizaron más garrafas en los asientos traseros.

Por otra parte, una de las patrullas que participaban en la búsqueda de los dos fugados, localizaron a uno de ellos andando por la carretera, procediéndose a su detención por un delito contra la seguridad colectiva.

En total se han aprehendido 4.050 litros de combustible que han sido trasladados a sede policial junto con el vehículo intervenido. El detenido ha sido puesto a disposición de la Autoridad Judicial competente. Las investigaciones continúan para la localización de más implicados en estos hechos.

Con estos dispositivos la Guardia Civil continúa así con la erradicación del tráfico de drogas en nuestra provincia. Además alertan de que este tipo de combustible es altamente inflamable y si no se toman las medidas de seguridad oportunas para su almacenamiento y transporte puede suponer un grave peligro para las personas con la posibilidad de incendio e incluso de explosión, además de problemas para la salud provocados por los vapores que emanan estos carburantes.