carta al director
¿No será que nos están invadiendo?
¿Cómo no ponerse de mal humor?. Ya no sé si es que los ingleses han tomado España o ¿qué pasa aquí? Me pareció un pitorreo la visita del príncipe Eduardo de Inglaterra, hijo pequeño de Isabel II, y su esposa, Sophie Rhys-Jones, a Gibraltar, al igual que me parece absurda la visita del rey a Algeciras como respuesta trasnochada en pleno conflicto pesquero, pero por supuesto me toca los bemoles el que hayan tomado el emblemático y abandonado Colegio Ferroviario de nuestra capital, en pleno centro.

En tiempos estuve en Londres de visita turística y la gente me parecio más que seria, seca. Ahora tengo la sensación de que aquí sí vienen a reírse. Nosotros mucho fútbol y campeones de todo pero, eso sí, somos un pueblo muy pobre en coraje, que toma la Isla de Perejil y se parte el pecho a golpes por lo importante que aquello fue. Un orgullo nacional.
Menudo espectáculo el que proyecten sobre la pantalla física de la roca imágenes de símbología inglesa, para tocarnos, digamos por ser finos, la parte sensible.
Lamento que nuestros antepasados se acojonasen ante el pirata Francis Drake, pero es momento de hacer algo, por lo menos defender nuestra plaza y tomar el trapo como rehén en algún centro oficial.
En una travesía en solitario desde mi velero 'El Truhán', pude ver ambos accidentes geográficos desde su mismísimo pie y clama al cielo lo ridículos que somos. De la isla de cabras ni qué decir tiene que menuda tontería, y el peñón vergüenza ajena. Si queremos que se nos tome en serio, tendremos que serlo empezando por mandar esa bandera a las mazmorras.
Yo, que resido en Mazagón, daría la idea de poner centinelas en los búnkers a fin de detectar una posible invasión, pero creo que están ocupados por inmigrantes. En fin, el derecho al pataleo no me lo quita nadie.
Federico Soubrier García.