CARTA AL DIRECTOR
Cuando la democracia se defiende con órdenes
El 15M-Huelva ha querido dar su versión de los hechos ocurridos en el último pleno municipal celebrado en el Ayuntamiento onubense, cuando según aseguran no sólo Francisco Moro se encaró con algunos miembros del colectivo, sino que Carmen Sacristán, teniente alcalde de Seguridad, también les increpó.
El pasado día 22 de marzo un grupo de onubenses acudimos alpleno del Ayuntamiento de Huelva con el objetivo de grabar el desarrollo delmismo. Las reuniones plenarias de los ayuntamientos son públicas de acuerdo conel Art.88 del Reglamento de Organización sobre el Funcionamiento de los Plenos.Además, el Art. 69 señala que: Las Corporaciones locales facilitarán lamás amplia información sobre su actividad y la participación de todos los ciudadanos en la vida local. Por esta razón consideramos queno hay motivo, más allá del interés de nuestros gobernantes por laopacidad, para que las sesiones de losplenos no sean grabadas, como han establecido reiteradamente varias sentenciasque declaran que impedir que se graben los plenos municipales viola derechosfundamentales (Sentencias del TSJ de la Comunidad Valenciana nº 42/2009 y nº668/2011 y Sentencia del Juzgado Contencioso-Advo. de Salamanca nº 284/2012).Las grabaciones son herramientas quegarantizan la transparencia y la democracia y favorecen la participaciónciudadana.
Cuando llegamos al pleno nos sentamos y nos pusimos aescuchar y a grabar con nuestros móviles. En ningún momento interrumpimos eldesarrollo del pleno. Sin ningún motivo, más que la orden del alcalde, lospolicías nos impidieron grabar. Se nos obligó a apagar las cámaras y senos requirió el DNI. Los agentes insistieron en queabandonásemos la sala, aunque en ese momento ya no estábamos grabando, y salieron al pasillo con nuestros carnés.A pesar de la confusión y la incertidumbrepor las posibles represaliaspermanecimos allí para exigir explicaciones al alcalde una vez concluida lasesión.
Nuestra indignación creció cuando vimos la figura delalcalde recoger sus carpetas y salir estrepitosamente por la puerta trasera. Leexigimos que diese la cara. Fue entonces cuando, ante el asombro de todas laspersonas allí presentes, el concejal Francisco Moro salió a la defensa de sulíder, no con ánimo de discusión o debate para exponer sus razones, sino dirigiéndose de modo intimidatorio hacia el lugar donde nosencontrábamos. Ante esta escena tan violenta y desagradable, fueron sus propios compañeros los que seposicionaron delante de Moro y lo agarraron, impidiéndole el paso. En definitiva, nada en su actitud fuediferente al modo en el que sueleproducirse una pelea callejera. Después de esto, salimos al pasillo a recuperar nuestros documentos de identidad y, por sifuera poco, mientras transmitíamos a lospolicías nuestra preocupación por lo que allí estaba sucediendo, lateniente de alcade María del Carmen Sacristán pasó por allí, nos llamó sinvergüenzas y gritó literalmente a unciudadano: Vete de aquí. Parece ser que esta mujer consideraque no todo el mundo tiene los mismos derechos, que hay ciudadanía de primera y de segunda, y que ella tiene más derecho a estar en elAyuntamiento.
Aún permanecimos un buen tiempo conversando con los agentesacerca de lo ocurrido. Intentando quitar hierro a los forcejeos y dejando claroque, a pesar de que a veces podamos perder los nervios debido a lapresión, por su parte, de tener que obedecer órdenes en contra del sentido común y a lafrustración, por la nuestra, de no poder ejercer nuestros derechos, que nuestra lucha no es contra ellos y que no son responsables de las incongruencias denuestros gobiernos. Comprendemos su situación difícil en la que está en juego su trabajo, pero les animamosa que busquen apoyo en la jurisprudencia para abstenerse de obedecer órdenesilegales.
En cuanto a larepercusión mediática que ha tenido el asunto, nos apena el hecho de que se haya convertido, una vez más,en una discusión entre losrepresentantes de los partidos mayoritarios, los cuales se lanzan acusacionesentre ellos y nos ignoran como ciudadanía, una vez más. Nos preocupa que estar en un sillón en esa mesa te impidasolidarizarte cuando ves que se cometeuna injusticia. Agradecemos las preguntas que se le hicieron al alcalde y el apoyo recibido a la salida,pero quien es de verdad consciente de lafarsa a la que estamos asistiendo y de la gravedad de los hechos no puede sino levantarse yexpresar su desacuerdo.
No es la primera vez que se expulsa a alguien del pleno porintentar grabar. Otro ciudadano ha sidoexpulsado en reiteradas ocasiones poreste motivo. Además, dado que no hemostenido contestación a la cita quese pidió el pasado mes de Diciembre porescrito para entablar un diálogo acercade este problema, no vemos otra soluciónque estudiar acciones legales.
15M-Huelva