carta al director
A mis 'compañeros' de Emtusa
En estos días de crisis, donde el bien más preciado de toda persona es el trabajo, por encima de la salud y la estabilidad emocional, nos damos de bruces con situaciones ruines y sin ninguna consideración por el prójimo o, en este caso, por compañeros de trabajo.
Se da la circunstancia que en la Empresa Municipal de Autobuses de Huelva, el comité de empresa junto con la empresa planifican con tiempo suficiente el deshacerse de cinco empleados con discapacidad que venían desempeñando sus funciones con normalidad, acogiéndose al convenio colectivo que en su momento estaba vigente. La firma de un nuevo convenio, que por otra parte no era necesario negociar, ya que durante el año 2013 tenía vigencia el anterior, plantea un despido encubierto de los trabajadores con discapacidad de Emtusa.
Con estrategias políticas y legales (por supuesto), de común acuerdo con la empresa, el comité permite que a estos trabajadores se les reduzca el sueldo y el tiempo de trabajo que venían desempeñando en más de un 80%. Este plan de extinción de puestos de trabajo encubierto está organizado de forma impecable (todo hay que decirlo) desde el mes de abril de 2012, para que con las medidas posteriores que fueron tomadas hasta la firma del convenio actual fuese encaminado a que estos trabajadores se vieran obligados a irse de la empresa por petición propia y sin indemnización alguna. Presionando con un arma infalible que es el desgaste en el tiempo y la imposibilidad de mantener esta situación en la empresa, con una jornada media de una hora al día.
Algunos de estos trabajadores tienen que poner dinero de su bolsillo para poder trabajar, ya que el jornal que el resto de 'compañeros' aprobaron implantar con el nuevo convenio, no les da para auto mantener su puesto de trabajo.
Con los ojos cerrados del Ayuntamiento, con una postura del comité de empresa más a favor de la empresa que de estos 5 trabajadores, con la mirada a un lado del partido de la oposición, PSOE y con la indiferencia de la gran mayoría del resto de la plantilla, estos trabajadores se van a ver obligados a irse después de más de 25 años de trabajo en la empresa, en algún caso.
He tachado de ruin esta situación porque son los mismos trabajadores los que con su consentimiento y aceptación han propiciado esta situación. Han sacrificado a 5 compañeros para salvarse el culo, o al menos es lo que esperan. Y sobre todo es una pena y una desgracia que un comité de empresa, el cual tiene la obligación de salvaguardar a los trabajadores, no se haya dignado ni una sola vez reunirse con sus compañeros sacrificados en ese nuevo convenio.
Es cierto que la denuncia de los trabajadores ante esta situación ha sido ganada por la empresa, pero también es cierto que la defensa de la empresa ha sido favorecida por el comité de la empresa, al aportar documentación al juicio, la cual no se sabía de su existencia por parte de los trabajadores, no hablo de ilegalidad, pero sí de encubrimiento de documentación existente y favoritismo hacia la empresa.
¿Por qué el comité no se puso en contacto con los trabajadores y les informó de que había documentación que desconocían estos trabajadores? Es muy evidente que no hay que ser superdotado para saber la respuesta. En su egoísmo, a los 71 trabajadores de Emtusa que votaron sí al nuevo convenio no les importó el sacrificio de 5 puestos de trabajo de discapacitados.
A veces la sinrazón se apodera de las personas y el pánico les hace ser incompetentes para el cargo que desempeñan. El problema es que no son solo estas circunstancias las que hacen a las personas indeseables, el gran problema es que existe una condescendencia hacia el poder que ciega al que más puede ver.
Por ejemplo: una circunstancia que se ha dado en estos últimos meses es la eliminación de un plan de pensiones de los trabajadores, que era la envidia de cualquier empresa. Pero eso no es lo más grave, lo más grave es que a espaldas totalmente de todos y con un tabú y secretismo contante y máximo, han permitido, apoyado y realizado que el anterior gerente, que era (igual que el actual) un cargo político impuesto por el Ayuntamiento, sus funciones nunca han estado reguladas por el convenio, por lo cual no se le puede considerar “trabajador o empleado” bajo ninguna circunstancia.
Un gerente que cuando tomó posesión del cargo y se negoció con la empresa el plan de pensiones, se le dejó al margen del plan porque el contrato que tenía era de alta dirección.
Bueno, con el tiempo y el consentimiento de este comité de empresa, le han buscado las vueltas a la ley, han modificado lo que hiciera falta en los estatutos del plan —seguro que todo es muy legal— para que este señor pueda irse jubilado con un muy buen montante de euros. El cómo, seguramente nunca lo sabremos, y el porqué es claro: total, algunas pocas decenas de miles de euros no son muchas dado el panorama político que tenemos, y se pueden permitir… o no. Repito que todo seguro que ha sido muy legal. Y comparativamente cinco trabajadores de Emtusa se verán obligados a irse.
Y ustedes se preguntarán ¿Qué es lo que quieren? Ante todo seguir trabajando, pero como no se les va a dejar trabajar, porque no se les quiere, al menos irse dignamente como cualquier trabajador que es despedido directa o encubiertamente.
Salvador Pichardo.
Uno que se irá de Emtusa, mi casa durante 21 años y 6 meses.
