CARTA AL DIRECTOR
Los narcodrones
Llevo más de 30 años, persiguiendo narcotraficantes. En todas sus modalidades: pateras, gomas semirrígidas, embarcaciones de recreo, mercantes, pesqueros,…. Así que conozco el paño. Pues bien, este artículo está dirigido a nuestras autoridades y “expertos” en la materia, que continúan ordenando y trabajando cómo en los años ochenta.
No me extraña que los narcos siempre vayan por delante y se rían de nuestros métodos de trabajo.
Auguro y predigo que en el plazo de un año o dos (si ya no lo están haciendo), el transporte de la droga (básicamente hachís y cocaína) se efectúe por medio de lo que denomino narcodrones.
Permítanme que se lo argumente:
Los que trabajamos en el asunto, sabemos que el país más cercano y productor/distribuidor de droga es Marruecos. Su costa dista de la nuestra apenas 14 kilómetros.
El total de las fuerzas represoras (Aduanas, Guardia Civil, Policía Nacional) enfocan sus efectivos a impedir el transporte por mar, y en menor medida, por tierra (culeros y vehículos).
El Servicio Integrado de Vigilancia Exterior (S.I.V.E.), en manos de la todopoderosa Guardia Civil, tiene sus cámaras térmicas y radares enfocados hacia el mar.
Y los únicos que controlan el espacio aéreo son el Ejército del Aire y la Organización Civil de Aeronáutica, pero básicamente para vuelos detectados a una cierta altura sobre el nivel del mar.
Imagínense lo siguiente:
Drones de porte medio, con capacidad para transportar “paquetes” de un peso aproximado de 15 kilos (hachís y cocaína), radio-controlados y con una función (ya existente) de aterrizar en un punto específico , previamente programado por latitud y longitud y variable, en función de los controles. Volando a baja altura (por debajo de 300 pies) y a una velocidad tal, que en apenas media hora de vuelo, cruce el Estrecho de Gibraltar.
Multipliquen esos vuelos por cinco pases al día y con una periodicidad prácticamente diaria. Hagan las cuentas.
Sin riesgos, sin traficantes que detener, sin propietarios conocidos, sin contactos telefónicos,…..
Esto no es ciencia ficción. Esto es pensar con la cabeza. Pero, estamos en manos de “expertos” del Grupo A1, que (simplemente) se han quedado obsoletos. Cómo casi siempre.
Espero que tomen nota….Aunque lo dudo mucho.
Ernesto Oyonarte