TRIBUNA DE OPINIÓN
Por una Huelva del río Tinto... limpia
Dice un proverbio africano que “la unión en el rebaño obliga al león a acostarse con hambre”. Este axioma sacado de la sabiduría popular me viene que ni pintado para tratar de reflexionar en unos párrafos sobre el problema medioambiental de Huelva. Que el problema de la contaminación de Huelva no es ya un asunto meramente localista, es decir, exclusivo de un pueblo o de la capital, es algo que salta a la vista.
Tres grandes problemas, bajo mi punto de vista, golpean el bienestar medioambiental de la provinvia de Huelva y están todos relacionados directamente con el Río Tinto y su marisma: el vertedero de Nerva, los fosfoyesos y la contaminación de la marisma del Tinto y la degradación de cientos de hectáreas por la plantación masiva de eucaliptales por parte de ENCE.
Y detrás de estos problemas... tres grandes empresas, Befesa, Fertiberia y ENCE; en este caso tres “leones” (siguiendo con el símil del proverbio africano) que han aprovechado durante años nuestra desidia y nuestra falta de unidad para hacer su agosto y en muchos casos “irse de rositas” echando a la calle a cientos de trabajadores y no pagando por los daños ecológicos cometidos en toda la provincia.
Este domingo pasado hemos visto cómo Ecologistas en Acción, con la colaboración de Equo y el Cículo Comarcal de Medioambiente de Podemos Huelva, ponía en marcha una campaña de recogida de firmas para que el vertedero de Nerva sea clausurado; tras lo que el consejero de Mediomabiente de la Junta de Andalucía, José Fiscal, se pronunciaba al día siguiente argumentando que según los informes técnicos al vertedero de Nerva “aún le queda alguna vida útil”. Así que, por sus palabras, mucho me temo que el cierre del vertedero el próximo 30 de abril no se llevará a cabo. ¿Dónde nace el Río Tinto? En Nerva... ¿Dónde van a parar las filtraciones de los vertidos tóxicos? La respuesta es clara... al Tinto. Y si el vertedero no se clausura... el río de aguas rojizas que es una de las columnas vertebrales de nuestra provincia seguirá recibiendo los vertidos tóxicos.
Por otro lado, ayer nos levantábamos con la noticia de que el Ministerio de Medioambiente y su ministra en funciones, la señora Tejerina, ex directiva de Fertiberia, daba luz verde al proyecto de la empresa de tapado de los fosfoyesos bajo una capa fina de tierra, calificando dicho proyecto de “idóneo”. Además, Mesa de la Ría, una formación que ha luchado con uñas y dientes contra el problema de los fosfoyesos explica cómo “en los informes aportados al expediente judicial por el Instituto Geológico Minero (IGME) y por la Empresa para la Gestión de Residuos Industriales (EMGRISA) se ponen de manifiesto las filtraciones de arsénico al rio Tinto desde las balsas de fosfoyesos”. De nuevo el Río Tinto y su marisma como eje central de la masacre ecológica.
Y el tercer frente abierto es el de ENCE. Una empresa que hace poco y aprovechando la reforma laboral de la señora Báñez dejó a cientos de familias en la calle, cambió su actividad y dejó las marismas de San Juan del Puerto en un estado deplorable. Hace poco el pleno del consistorio sanjuanero aprobó por unanimidad una moción para demandar a ENCE por daños ecológicos en la marisma. Demanda que a día de hoy todavía no se ha iniciado.
Tres problemas con un denominador común: el río Tinto y su marisma. Y por este motivo resulta del todo necesario que todas las fuerzas políticas y colectivos de la provincia remen en la misma dirección para luchar contra este problema desde la unidad. Resultó muy alentador ver cómo el pasado 3 de diciembre salimos a la calle para decir que tanta barbarie ecológica debía terminar.
Y el río Tinto puede ser nuestro nexo de unión para atajar el problema de forma colectiva. Sus aguas rojizas besan los pueblos de Nerva, Minas de Río Tinto, El Campillo, Zalamea la Real, Berrocal, Valverde del Camino, Paterna del Campo, Niebla, La Palma del Condado, Villarrasa, Bonares, Trigueros, Lucena del Puerto, San Juan del Puerto, Moguer, Palos de la Frontera y nuestra capital, Huelva, desembocando en su ría, hermanándonse con el Odiel.
Para terminar volvemos al proverbio africano del principio y sacamos de él una moraleja: Si todos juntos luchamos por nuestro río Tinto, por nuestro medioambiente, sin fisuras, sin banderas políticas, los leones se irán a acostarse con hambre... y todo, porque el rebaño supo defenderse unido.
Manuel Tirado Guevara
Concejal de Podemos en el Ayuntamiento de San Juan del Puerto
Miembro del Cículo Comarcal de Medio Ambiente Podemos Huelva