SECCIÓN OFICIAL A CONCURSO
Juan y Eva
JUAN y EVA es una película dual: dos son los personajes que la sustentan, son dos los planos en los que se desarrolla (personal y político) y son dos las partes en que la que cinta trascurre. Comienza la historia de esta película, de la realizadora argentina Paula de Luque, a partir del terremoto ocurrido en la ciudad de San Juan, en enero de 1944, que da lugar al encuentro entre Eva Duarte, una ambiciosa y joven actriz de radio, y Juan Domingo Perón, coronel del ejército y figura política ya destacada entonces.

A partir de este momento arranca el idilio entre estos personajes encarnados de manera excepcional por Julieta Díaz y Osmar Núñez (nítidos candidatos al Colón de Plata).Se desarrolla entonces una primera media hora con buenas trazas, aunque muy contenida. Parece que la película necesita explotar la fuerza que contienen sus personajes y resulta un poco extenso como prólogo. Un diseño de producción impecable, una música exquisita y una fotografía perfecta, enmarcan una interpretación sin resquicios de la pareja protagonista, evolucionando en su relación, no siempre bien avenida. Son concienzudos cimientos sobre los que se va a elevar el resto del film.A medida que los acontecimientos en torno a los personajes principales se van haciendo más intensos, va creciendo la profundidad de los caracteres que componen la trama. Son tiempos convulsos, con una guerra en Europa que se extiende a otros escenarios y que alumbra la tensión entre Estados Unidos y la Unión soviética, aliados de conveniencia contra Alemania. En Sudamérica, el imperialismo va tomando posiciones mientras en Argentina la Revolución del 43 había surgido contra la corrupción del anterior Gobierno e intenta mantener la neutralidad de la nación en el conflicto. En este contexto emerge la figura de Perón, quien defiende con tanta fuerza la relación natural que mantiene con Eva frente al maniqueísmo que los circunda como la dignidad de la clase obrera que sostiene el país, en enardecidos discursos que contienen la esencia de su gran oratoria (perfecta la recreación de los mismos que hace Osmar Núñez).La Cinta narra pues, de forma magistral, los hechos acaecidos durante poco más de año y medio, en un crecesdo de intrigas militares, movimientos políticos y tensiones internacionales; mar tempestuoso donde la relación entre Juan y Eva se mantiene firme y decidida. Tanto como el pulso de la dirección de esta película, que combina de forma notable la narración histórica con la descripción de personajes y sus sentimientos, miedos y pasiones. Sin ánimo de destapar el final que, por otro lado es un hecho histórico, podemos decir que la emoción se desborda en los últimos 15 minutos, donde la fotografía, inteligente, se torna a blanco y negro para combinar imágenes de la película con imágenes reales de archivo. Vemos la manifestación popular que se produjo el 17 de octubre de 1945 abarrotando la plaza del 1º de mayo en Buenos Aires y resulta increíble que este hecho tuviera lugar. En un día de elecciones como el de hoy y, en un momento convulso como el que vivimos, parece venir a colación esta capacidad de movilización y la personalidad de este político, ambas tan ausentes actualmente. Película muy recomendable ésta y que no va a dejar indiferente al que se acerque a contemplarla. Eso sí, debe hacerse sin prejuicios (está claro que alguien puede salir escocido del mensaje político que está presente). En todo caso, resulta un ejercicio de buen cine con tintes clásicos y de conocimiento de la historia reciente, llevado con habilidad por su directora e interpretado excelentemente por el elenco, especialmente los protagonistas.
