Promesa cumplida

Una explosión que llegó de la mano de Sidonie, el tríoconvertido a cuarteto que nunca defrauda sobre el escenario. Fueron ellos losencargados de abrir la noche (puntuales en tiempo y forma), y dejaron el listóntan alto que el fenómeno Love of Lesbian se las vió y se las deseó paraigualarlo.

La psicodelia inundó el foro de la mano de una banda que lodio todo desde el minuto uno, apostando por su repertorio más eléctrico eintercalando lo temas de su último trabajo, ‘El fluido García’ -llegado desdeel espacio-, con algunos de los clásicos con los que llevamos años bailando.Como bailamos anoche con ‘El bosque’, ‘A mil años luz’ y, sobre todo, con unapoteósico bis en el que, ya sin camiseta, los catalanes salieron para hacernosvibrar con ‘Nuestro baile de viernes’ –haciéndonos “llegar hasta el cielo”- y,cómo no, con ‘El incendio’, que llevó la locura hasta el foso del foro.

Un sector que había acudido al foro atraído por el fenómenoLove of Lesbian, que tomaron el testigo en el escenario más de 40 minutosdespués –un parón demasiado largo, cuasi desesperante tras el éxtasis que habíaacompañado al final de la actuación de Sidonie-. El tirón de los de SantiBalmes se notó desde el principio, con un foso al que se apresuró la multitud.Las pancartas y los gritos delataban que en el foro se encontraba uno de losgrupos ‘indie’ del momento que, sin embargo, al principio supo a poco, tras el ‘subidón’con el que habían acabado sus predecesores.

Canciones como ‘Los seres únicos’ o ‘Nadie por las calles’ –de ‘La noche eterna. Los días no vividos’- pasaron sin pena ni gloria para lamayoría, que sí que se unió a la fiesta con clásicos como ‘Club de fans de JohnBoy’, ‘Incendios de nieve’, o ‘El ectoplasta’, que contó además con unadivertida interpretación de Balmes, que se atrevió a entonar la letra imitandoal presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y, con acento alemán, al supuestomarido de Angela Merkel.

Así, un concierto en su mayoría bastante lineal, logróvenirse arriba al final para dejar con buen sabor de boca al público, queabandonó el Foro Iberoamericano de la Rábida tras cerca de cuatro horas demúsica, entonando aún los estribillos de algunos de los himnos que más habían ambientado la noche.

Una noche que resultó todo un mano a mano en el que solo faltó que los grupos se hubieran atrevido a hacer algo juntos sobre el escenario.