Toros > Tercera de Colombinas

Puerta grande para una corrida de lujo

23.40 h. El Juli y Talavante han conseguido cerrar una tarde de toros, la tercera de Colombinas, por lapuerta grande. Con el susto en el cuerpo por la cogida al banderillero, el coso de la Merced ha sabido reconocer a ambos toreros. Solo nos queda el rejoneo para acabar los festejos.

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Puerta grande para una corrida de lujo

También Alejandro Talavante cortó una oreja en su primero, pero un trofeo de menor entidad que el que había amputado su compañero de cartel. El extremeño apenas se lució con el capote, y con la muleta, ante un animal soso e insulso, empezó sin mucho sentimiento para ir superándose especilmente cuando toreó al natural que consiguió un par de buenas series. 

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Después volvió a la mano derecha con unos derechazos gentilistas para concluir con unas manoletinas. Talavante dejó medio estocada caída y, aunque le pidieron las dos orejas, la presidencia, esta vez con más razón, tan solo le concedió un trofeo.

En el tercer toro vivimos la emoción y la pasión que supone un mano a mano porque 'El Juli' y Alejandro Talavante rivalizaron como con el capote en dos quites que pusieron la plaza en pie. Pero, con las banderillas llegó la sorpresa por cuanto 'El Juli' cogió los garafullos y Talavante le quitó un par y ambos protagonizaron un emotivo segundo tercio.

Después, con la muleta, 'El Juli' se encontró con un animal llamado 'Trampillo' que tuvo casta pero no bravura y al que el madrileño le pudo en tres series con la mano derecha hasta que el animal se agotó. El madrileño dejó una gran estocada, y la espectacularidad de la muerte del animal hizo que el público creyese que era bravo y que le premiase con la vuelta al ruedo, mientras la presidencia le concedía, con exageración, las dos orejas a 'El Juli'. 

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El extremeño hizo un borrón con la espada al hacer un bajonazo infame pero aún así la presidencia le concedió dos orejas. 

El Juli cerró su actuación cortando otra oreja después de un muleteo en el que el madrileño demostró muy por encima de sus cualidades, escasas por cierto. La faena brindada a Talavante fue de un continuo ¡Ay!  en los tendidos porque El Juli se dio un arrimón que puso los pelos de punta a muchos espectadores; y al final se mostraron satisfechos.

Talavante no pudo cerrar la tarde debido al poco hacer de un toro de Núñez del Cuvillo que en banderillas dio el susto de la tarde, llevando a Antonio Fernández a la enfermería. Con unos pases magníficos, Talavante se despedía de los festejos colombinos en una tarde de acción, emoción y profesionalidad.

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