Feria de Colombinas > Novillada
Puerta grande para David de Miranda y Juan Ramón Jiménez
22.22 h. Los novilleros onubenses cuajaron una buena faena en el coso de La Merced, que les valió salir a hombros y aclamados por la afición. De Miranda logró como trofeo una oreja en el primero y dos en el cuarto. Jiménez no cortó ninguna oreja en el segundo y obtuvo las dos del quinto toro. Alejandro Conquero cortó una en el tercero.


La novilllada anunciada en principio de La Rosaleda, no se lidiará al completo, pues tan sólo dos astados han sido incluidos en el encierro, que se completa con dos reses de la Dehesilla y otras dos de José Luis Pereda. Por tanto, amargo debut de la ganadería anunciada, que no ha podido completar un encierro para un día que se preveía importante en la misma.
El triguereño David de Miranda se lució en los lances de recibo al primero, en el que Juan Ramón Jiménez también llevó a cabo un vistoso quite. En la réplica, el triguereño fue volteado sin consecuencias. Tras brindar al público, empezó su largo quehacer con pases por las espalda para seguir con dos series de redondos faltos de mando y temple. Lo intentó al natural pero no encontró lucimiento, por que lo que volvió a la mano derecha, acortando la distancia, donde se encontró a gusto pese a ser nuevamente volteado, para acabar con bernardinas. Un feo bajonazo dio paso a un aviso y a que se le concediese una oreja del impresentable, por chico y sin fuerzas, animal de La Rosaleda.
No tuvo fortuna Juan Ramón Jiménez con su primer oponente, otro animal chico y escaso de fuerza, por lo que fue protestado. Tras recibirlo con el capote, su compañero Alejandro Conquero, no salió bien parado del quite. Juan Ramón comenzó con dos buenas series de redondos, pero el animal empezó a defenderse y tras intentarlo al natural sólo pudo exponer su voluntad ante un novillo que fue presentando dificultades. Dejó dos pinchazos y una estocada trasera y la ovación le obligó a saludar desde los medios.

El triguereño David de Miranda se convirtió en el primer triunfador del ciclo colombino al cortar las dos orejas del cuarto, un novillo con más cuajo, pero que panceó y le impidió un mayo lucimiento. En la faena de muleta, que había brindado a su hermano, David dejó pases con una y otra mano sin llegar a alcanzar una rotundidad, por lo que consciente de ello, buscó la cercanía, que es donde mejor se encuentra, y allí abusó de los pases invertidos.

El público siguió con el carácter festivo de toda la tarde y también premió a Juan Ramón Jiménez con las dos orejas al concluir con el quinto, al que recibió con tres largas cambiadas de rodilla. No tuvo brillantez en las banderillas el propio novillero, que buscando el triunfo inició su faena muleteril de rodillas, para seguir con ambas manos y concluirla de nuevo con unos rodillazos. Estuvo acertado con la estocada y el público se le entregó otorgándole las dos orejas, por lo que también salió a hombros al término del festejo.
Alejandro Conquero no pudo culminar en el sexto una exitosa tarde, pues su voluntad se estrelló con las condiciones de su oponente, al que mató de pinchazo bajo y descabello, siendo aplaudido.