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Triunfal final de las Colombinas con los tres rejoneadores abriendo la puerta grande
22.27 h. Pablo Hermoso de Mendoza, Diego Ventura y el onubense Andrés Romero han puesto un brillante punto y final al ciclo Colombino, tras abrir de nuevo la puerta grande de la plaza de La Merced. Hermoso de Mendoza consiguió las dos orejas en su primero y falló al matar su segundo, Ventura cortó sendos trofeos a sus dos oponentes, y Romero, que no tuvo fortuna con el toro de su presentación en Huelva, posibilitó la tarde triunfal tras una gran actuación en el último.

Con dos tercios de aforo cubierto y calor comenzó el cuarto y último festejo del ciclo Colombino, dedicado al arte del rejoneo, con Pablo Hermoso de Mendoza, Diego Ventura y Andrés Romero en el cartel, para lidiar toros de Luis Terrón.

El retorno a Huelva del navarro Peblo Hermoso de Mendoza fue triunfal, por cuanto a las primeras de cambio se aseguró las puerta grande. Claro que en el segundo trofeo influyó la generosidad del palco presidencial. Hermoso de Mendoza, sobre 'Churrumay', tras parar a su oponente, dejó un rejón caído. Formó un lío a lomos de 'Disparate', que a dos pistas dejó dos banderillas en lo alto; sobre 'Viriato', con el toro en contra, volvió a lucirse; y con 'Pirata' colocó banderillas a una y dos manos, aunque en esta última ocasión falló. Dejó un rejón trasero y contrario del que tardó en caer su buen oponente, y paseó el ruedo con las dos orejas.

Andrés Romero no tuvo fortuna con el toro de su presentación en Huelva, un animal manso y que se paró muy pronto. Sobre 'Bambú' le dejó un rejón en todo lo alto. Con las banderillas contó con 'Cantú', 'Guitarra' y 'Carbón'. Estuvo fácil con las banderillas largas, pero falló con las cortas. El toro se entableró y fue difícil matarle, necesitando de un pinchazo y un rejón contrario y caído, por lo que tuvo que descabellar. Hubo petición de oreja y el de Escacena del Campo dió la vuelta al ruedo.
Hermoso de Mendoza no pudo completar su exitosa tarde, pues aunque estuvo francamente bien en todos los tercios en el cuarto, falló con el rejón de muerte, necesitando dos pinchazos y un rejón contrario y caído, que le hizo perder cualquier premio. El navarro recibió una fuerte ovación y saludó desde el tercio.

Andrés Romero brindó su último toro a Diego Ventura y a su equipo, y esperó a su oponente a portagayola, portando un marsellés. Era el claro síntoma de que el onubense iba buscando el triunfo, por lo que se entregó en la banderillas, largas y cortas, que dejó en todo lo alto, para matar de un rejón contrario y caído, que posibilitó el corte de las dos orejas y su salida triunfal por la puerta grande junto a sus compañeros.