TOROS
‘Espartaco padre’ celebra en La Merced los 50 años de su alternativa
16.22 h. Fue ante el toro Isleño en la plaza de toros de Huelva, el 19 de marzo de 1966. Desde hoy, una plaza recuerdo este hecho en el patio de cuadrillas de La Merced.

Cincuenta años después de su alternativa, Antonio Ruiz Rodríguez, ‘Espartaco padre’, ha regresado este sábado al ruedo de la Plaza de Toros La Merced para recibir el homenaje de la afición de Huelva, medio siglo después de su doctorado en esta misma ciudad el 19 de marzo de 1966. Fue ante el toro Isleño, de Eloy Jiménez Prieto, de manos de Emilio Oliva y con Efraín Girón y el rejoneador Álvaro Domecq Romero como testigos.
Visiblemente emocionado durante todo el homenaje, Espartaco padre ha recibido el cariño de todos los presentes, especialmente de su hijo Juan Antonio. “No siempre he tenido la oportunidad de darle las gracias en público a mi padre, decirle cuánto le debo y cuánto le admiro y, sobre todo, de dedicarle todo lo que el toreo me ha dado. Nada hubiera sido posible sin la afición y los valores que él me transmitió”, ha señalado.
El periodista Rafael Moreno, que fuera apoderado de Juan Antonio Ruiz, glosó la figura de ‘Espartaco padre’ para subrayar que “puede que no triunfaras en la plaza, pero sí lo has hecho en la vida. Porque nadie sabe mejor que es el éxito de los hijos donde radica el verdadero triunfo para el hombre”.
En nombre de la propiedad y de la empresa de la Plaza de Toros La Merced tomó la palabra José Luis Pereda, quien dirigió al homenajeado “toda la gratitud posible en nombre de la afición de Huelva por haber sido el pilar de una dinastía a la que tanto debe esta plaza”.
Tras los reconocimientos, Antonio Ruiz Rodríguez descubrió un azulejo en el patio de cuadrillas de La Merced, donde se plasma ya para siempre el recuerdo de su alternativa, pero también el cariño de la afición de Huelva al linaje de toreros que con él comenzó.
Tras el acto protocolario, ‘Espartaco padre’ cogió el capote y volvió a torear en La Merced cincuenta años después. Lo hizo para tentar cuatro becerras de la ganadería de la casa y en compañía de su hijo, del matador de toros de Espartinas Borja Jiménez y de varios alumnos de la Escuela Taurina de Sevilla-Amate.