Expectación que se queda a medias

El cartel anunciaba a Julián López El Juli, Miguel Ángel Perera y Andrés Roca Rey frente a una corrida de Santiago Domecq. Volvía la divisa gaditana tras el éxito de las pasadas Colombinas, pero esta vez los lidiados este año no alcanzaron el nivel de la camada anterior.  

El Juli siempre fue puntal de esta feria y quiso dejar claro que lo seguirá siendo durante muchos años. Capacidad y poder para aguantar a Barbuquejo, de Victoriano del Río, sustituto del titular, en redondos interminables. Basó su faena sobre la derecha y consiguió poco a poco cuajar tandas bajas al ralentí. Falló con la espada y esto le privó de haber obtenido algún trofeo. Con una actitud impecable, lo intentó con el cuarto, pero la falta de clase del animal no posibilitó el triunfo del torero. 

En segundo lugar, actuó uno de los toreros predilectos de esta plaza, Miguel Ángel Perera, quien dió un auténtico alarde de valor al pasarse repetidamente por los muslos los pitones de Barbechero. Salía suelto el toro de la muleta y lo enganchó a base de acortarle las distancias. De nuevo el fallo con la espada privó al extremeño de un triunfo rotundo. Al burraco sexto lo quitó por chicuelinas y tafalleras seguidas de gaoneras de infarto. Se rajó pronto en la muleta de Perera, que lo intentó por toda la plaza sin que el animal respondiera a la actitud del diestro. 

Cerró cartel el joven peruano Andrés Roca Rey, conocido por la afición onubense ya que toreó por primera vez acompañado de los picadores hace dos años en esta plaza. Aprovechó las embestidas del tercer toro a media altura, pero fue en el final de faena cuando la afición se rindió ante el toreo impactante de Roca Rey. Una tanda de derechazos de rodillas unidas de unas escalofriantes manoletinas. Nuevamente el fallo con el acero dejó todo en nada. Con el sexto volvió a dejar patente su actitud de figura en ciernes ante un astado que no propició el triunfo.  

Fotos: Alberto Domínguez / plazadetorosdehuelva.es