Homaneja a Padilla en la corrida Pinzoniana
Díaz y Soto salen a hombros en la corrida de Palos
18.50 h. Palos de la Frontera. Veintidos minutos de retraso sin causa justificada. Los espadas realizaron el paseíllo en la segunda corrida pinzoniana. Tanto los diestros actuantes como algunos espectadores, lucía ropajes alusivos a la época, así como el tendido aparecía cubierto por escudos y banderolas alusivas.
Tras el paseíllo, un grupo de espectadores, entre ellos algunos profesionales del toreo onubense, lucieron una pancarta de ánimo hacia Juan José Padilla.En primer lugar, salió un toro con el hierro de José Luis Pereda. Manso, noble y sin fuerzas, con el que Curro Díaz tuvo que esforzarse para mantenerlo en pie, toreando a media altura logró sacarle algunas series con ambas manos. Al dejar un pinchazo, el diestro salió empitonado sin consecuencia, y después dejó una estocada casi entera que le supuso el premio de una oreja.
En segundo lugar, salió un toro de La Dehesilla, que resultó manso y peligroso por lo que el maestro Salvador Vega optó por machetearlo por la cara con brevedad. Pinchazo y estocada, echándose fuera, dieron paso a un silencio en los tendidos.
En el tercer toro de la tarde, Alfonso Olivar Soto tuvo en sus manos a un 'burraco' que le posibilitó un bullidor recibo capotero, así como una faena pintorera con ambas manos entre grandes ovaciones. Pero perdió la oportunidad de un gran triunfo al necesitar de tres pinchazos y una estocada, por lo que el premio quedó reducido a una oreja, aunque los espectadores se quedaron con el sabor de lo realizado por el arecenés-camero.
En el cuarto toro, otro animal con el hierro de José Luis Pereda, Curro Díaz obtuvo un gran triunfo al aprovechar la bondad del pitón derecho para conseguir cuatro series muy estimables. No pudo lucirse por el pitón izquierdo, y acabó de una gran estocada de un toro aplaudido en el arrastre. El de Linares alcanzó un justo triunfo en este su segundo oponente realizando lo más lucido de la tarde hasta ahora, cortando las dos orejas.
En quinto lugar, salió otro toro con el hierro de La Dehesilla, que fue manso y ofreció poco juego. Con él, Salvador Vega no terminó de acoplarse y, para colmo, necesitó de tres pinchazos y un descabello para acabar con él, por lo que de nuevo los tendidos guardaron silencio.
En el que cerró plaza, otro animal de José Luis Pereda, Olívar Soto cortó las dos orejas y el rabo tras un quehacer superficial y un buscar el toreo fundamental en un largo trasteo en el que el torero fue volteado sin consecuencias. Al dejar una gran estocada, los tendidos se colmaron de pañuelos y le fueron concendidos los máximos trofeos.
Al término del festejo tanto Curro Díaz, como Olívar Soto salieron a hombros por la puerta principal.