Balonmano
Los canteranos del PAN Moguer siguen aprendiendo de su ídolo
18.58 h. El portero moguereño José Manuel Sierra, campeón del mundo en 2013, compartió una jornada con los más pequeños para transmitir su experiencia. “Para ellos soy un referente y pasar una tarde juntos es bonito”, afirma el jugador del Pick Szeged.


El Club Balonmano Pedro Alonso Niño de Moguer celebró en la tarde de este jueves su particular fiesta de fin de año con una jornada deportiva que reunió a jugadores de todos los escalafones inferiores de la entidad, que un año más disfrutaron de las enseñanzas de José Manuel Sierra, el ídolo colectivo. Como siempre su club de origen le correspondió con un reconocimiento a su generosidad e implicación.

El portero de Pick Szeged de Hungría y campeón del Mundo con España en 2013, estuvo entrenando con los chavales, dándoles consejos y participando en varios de los partidos que se disputaron como un más, algo que ha venido haciendo en los últimos años aprovechando sus días de vacaciones en casa.
La colaboración entre Sierra y su club natal sigue siendo buena y él está encantado de ser de ayuda para todos los jóvenes que quieren aprender y progresar en este deporte. “Para mí es un placer haber compartido la tarde con el balonmano onubense en Moguer. Para ellos soy un referente y pasar una tarde juntos es bonito. Además van mis hijos y se lo pasan también bien”, ha explicado.
José Manuel Sierra se ha abonado a terminar el año ejerciendo de profesor de todos los que quieren seguir sus pasos y alcanzar como él la elite del balonmano, en la que a sus 39 años sigue instalado dando un elevado nivel.
El guardameta moguereño, que augura un gran futuro a la cantera y desea que el primer equipo recupere pronto la categoría perdida, ha hecho balance del que ha sido su año con su equipo y apuntado sus objetivos para el venidero 2018 y en ambos casos la palabra clave es “un título”.

“En el final de la pasada temporada no conseguimos un título, que es lo que estábamos buscando”, ha señalado Sierra sobre el ejercicio realizado por su club, que volvió a perder los duelos claves con su eterno rival, el Veszprem. No obstante, ha valorado que “competimos con ellos de tú a tú y estuvimos muy cerca de conseguirlo”.
Partiendo de esa base, ha indicado que el balance que hace es “bueno”, algo que también lo es a nivel personal, pues “me concedieron el premio de mejor jugador del equipo la pasada temporada y ese reconocimiento hace que me sienta muy contento”, ha expresado.
De cara a lo que queda de la presente temporada, toca ser trabajadores e insistentes para luchar por alcanzar la meta soñada. “Los objetivos son los mismos, intentar conseguir un título en Hungría y luchar como en los últimos meses para llegar bien al momento de la temporada en el que se juega todo”, ha asegurado.
Ha recordado que “esta temporada empezamos muy bien pero hemos bajado un poquito después y tenemos que trabajar para tomar una buena línea para la parte decisiva de la temporada”.