Bendala y Galván completan en Milán la primera etapa de ‘La Ruta del Rey de Europa’

En cuanto a la marca, que es su marca personal ha señalado que “sabía que podía conseguirlo porque había entrenado mucho para ello, aunque en 42 kilómetros pueden pasar muchas cosas. Me ha dado coraje porque en los últimos kilómetros he hecho varios por encima de cinco minutos”.

Del recorrido ha dicho que “la carrera es un sube y baja y te castiga al final. Me ha gustado mucho el paso por la plaza del Duomo, es espectacular y la organización era genial, aunque había otras partes del circuito más fea y con la gente muy sosa, que no animaba”.

Lo que más le ha gustado al terminar la prueba ha sido la carta de su hija Laura quien le ha dado la enhorabuena por su trabajo y constancia y por hacer que “lo imposible sea posible”. Él está orgulloso de poder transmitirle la importancia de que “hay que trabajar mucho para conseguir cosas en la vida y se logran a base de constancia, sacrificio y superación”.

Ahora se centrarán en recuperarse para tranquilamente volver después a los entrenamientos y preparar en octubre la siguiente etapa del reto, el Maratón de Lisboa en octubre.