Atletismo
Ultramaratonianos: devoradores de kilómetros y desafíos
Fernando Soriano y José Manuel Lodeiro, miembros fundadores del Club Marathon Tartessos Huelva, afrontan el próximo 21 de marzo la novedosa aventura de recorrer en menos de 24 horas la provincia desde la orilla del Guadalquivir a la del Guadiana, 131 kilómetros, a un ritmo de 7 kilómetros por hora y cargando agua y comida. “Nuestra idea es darle un tinte solidario a este reto, que es algo que nos motiva mucho”, afirman estos ultrafondistas, acostumbrados a realizar 3.000 kilómetros al año con una rutina de sacrificios que “engancha”.

El ‘running’ se ha puesto de moda y mucha gente se ha sumado a esta corriente de calzarse las zapatillas y recorrer cada día la ciudad un rato con sus piernas como único motor, apuntarse a carreras populares con los amigos y mejorar marcas y distancias. Como en una pirámide, los iniciados son la base y conforme se asciende hacia la cima el número de personas se reduce. La mayor exigencia de tiempo y dedicación a la preparación, la predisposición al sufrimiento y la capacidad mental además de la física realizan la selección natural.

La ‘especie’ más avanzada la forman los ultramaratonianos, atletas que corren siempre por encima de los 42.195 metros de la mítica distancia de la maratón, que cada año recorren más kilómetros que un coche que se usa sólo los fines de semana y cuya voracidad parece no tener fin. Tras cada esfuerzo ímprobo no sienten la necesidad de arrojar la toalla, sino la motivación de subir un escalón más en el próximo intento. Están especializados y por ello son especiales.
En Huelva, muchos se agrupan bajo el nombre de Club Marathon Tartessos Huelva, un club fundado en 2010 por entre otros Fernando Soriano y José Manuel Lodeiro, dos ejemplos de vidas consagradas al deporte y que se han propuesto el bonito reto de recorrer Huelva de costa a costa, de este a oeste, siguiendo el recorrido del sol entre dunas, pinares, playas y otros parajes naturales, tramos de asfalto y aceras.
Su reto consiste es recorrer 131 kilómetros en menos de 24 horas. Tienen previsto salir a las 19.00 horas del 21 de marzo desde Sanlúcar de Barrameda y comenzar a correr tras cruzar la desembocadura del río Gudalquivir para llegar sobre las 10.00 horas a Ayamonte, junto al Guadiana, un desafío del que no se tiene constancia que se haya hecho previamente. Entre el punto de origen y de destino les espera todo un recorrido plagado de esfuerzo y circunstancias que han estudiado al detalle y para las que están preparados.
Fernando Soriano y José Manuel Lodeiro no son novatos en esto ni mucho menos. Se conocieron de niños en el Club Onubense de Atletismo (COA) y mientras uno llegó a ser internacional en el mundo de la orientación, el otro fue un prometedor marchador. Hace unos años hicieron confluir su pasión por las largas distancias y con diferente experiencia han hecho carrera como ultramaratonianos.

Lodeiro explica ha huelva24.com que este desafío surgió “hablando un día en un entrenamiento, pensando en la temporada y que de aquí a mayo en el que correríamos los 101 kilómetros de Ronda, no teníamos nada especial y pensamos en hacer un reto distinto”. Es por ello que “se nos ocurrió atravesar la provincia de un lado a otro, así que nos pusimos a mirar el recorrido y las condiciones para darle forma y creemos que es un reto muy bonito, que además no ha hecho nunca nadie y estamos muy ilusionados”, afirma.
Esta travesía a la carrera tiene como puntos de paso tras Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), Mazagón, Huelva, Corrales, Bellavista, Aljaraque, El Cruce, El Rompido, La Antilla, Pozo del Camino y Ayamonte. Entrando en detalles sobre esta ruta, Lodeiro comenta que “en principio íbamos a hacer tres pasos en barco. El primero de Sanlúcar de Barrameda atravesando el Guadalquivir y después íbamos a cruzar desde Mazagón a la carretera del Espigón, pero por allí llegamos sobre las 6.30 de la mañana, que es una hora intempestiva y complicada, así que seguiremos dirección a Huelva por el Muelle Exterior”.
Tras varios kilómetros de campo llegarán a la zona del Ferry que va a Canarias “e iremos por asfalto por la zona industrial para llegar a Huelva y por el puente viejo ir a Corrales, pasar por mi casa y hacer un descanso para desayunar. Eso será en el kilómetro 80 y después por los esteros iremos pasando por Bellavista, Aljaraque, El Cruce y El Rompido. Sobre las 00.30-1.00 pasaremos en barco a la Flecha del Rompido y de ahí hasta el paseo marítimo de la Antilla, Pozo del Camino y Ayamonte para completar los 131 kilómetros”.
Lodeiro no tiene dudas acerca de sus posibilidades en esta aventura y resalta que “los dos hemos hecho bastante pruebas de este tipo y aunque es difícil completar esta distancia en 24 horas creemos que lo podemos conseguir con relativa comodidad, entre muchas comillas, aunque no nos queremos dormir en los laureles. Son 131 kilómetros e influyen muchos factores. Lo máximo que he hecho de una tirada son los 111 kilómetros del Ultramaratón de la Sierra Norte de Sevilla. Fernando, que es un verdadero máquina en esto, sí ha hecho carreras de 150 kilómetros”.

En esta línea apunta sobre las particularidades de ese reto que “es atrevido y complicado. No tienes la tensión de una carrera ni tienes que estar siempre mirando el reloj, pero queremos hacerlo en serio. Tenemos todos los tramos bien calculados y creemos que es factible hacerlo en menos de 24 horas. Fernando yo creo que lo podía hacer él solo en casi 15 horas, porque es muy bueno”.
Sobre el ritmo que seguirán afirma que “nuestra idea es rodar a 7 kilómetros por hora, por lo que en 10 horas haremos 70 kilómetros y en 20 serían unos 140. Habrá partes que iremos por encima de esa media y otras veces por debajo. Hemos tratado de calcular que nos coja con la marea baja pero nunca sabes qué puede pasar. Hay cosas que no controlas y al final la carrera te pone en tu sitio. El cansancio se va acumulando y esperamos que no haya ningún problema de lesiones o torceduras. El reto tiene un largo tramo de dunas de playa por Doñana muy bonitos y duros y creo que lo más difícil de todo serán las primeras horas”.
En cuanto a los medios con los que contarán para atravesar de lado a lado la provincia, señala que “nuestra idea es ser autosuficientes”, por lo que no llevarán una asistencia externa ni ayuda alguna. “Iremos cargados de comida y bebida y en diferentes zonas del recorrido esconderemos agua el día anterior. Luego hay puntos como la entrada a Mazagón, en la que hay una gasolinera, donde aprovecharemos para repostar agua”.
Su dieta para este día tan largo ya está confeccionada y llevarán “sales minerales en polvo para mezclarla con el agua y hacer bebida isotónica, pasas, frutos secos, mueslys y barritas energéticas, algún sándwich de jamón serrano, que además de tener un buen sabor es rico en sales minerales y luego haremos las dos paradas técnicas en el desayuno y al mediodía, en el que comeremos algo de pasta”. Estas paradas son momentos claves también, pues “tienen que ser cortas o cuesta volver a ponerse en marcha”.

Fernando y José Manuel están detrás de la organización de las 12 horas solidarias de Punta Umbría, prueba de ultrafondo que propusieron al Ayuntamiento costero y que en su primera edición fue un éxito, por lo que el 6 de septiembre se repetirá. Es por ello que al igual que en este caso “nuestra idea es darle un tinte solidario a este reto, que es algo que nos motiva mucho y lo estamos estudiando. Nos motiva mucho hacer retos y ver dónde están tus límites y que tu esfuerzo valga para ayudar a gente que lo necesita. Queremos llamar la atención desde este deporte tan duro pero que también te da muchas alegrías y en el que tu cuerpo sufre mucho”, indica Lodeiro, que ha invitado a quien quiera a hacer parte del recorrido con ellos.
“Nosotros encantados si hay alguien que quiera correr un rato junto a nosotros o venir a animarnos. Ya nos han dicho amigos de Sevilla que conocemos de otras ultramaratones que van a venir y la familia también se está preparando para ir a vernos en diferentes puntos del recorrido”, señala el atleta.
Precisamente de los componentes de su familia dice que “están acostumbrados a esto. No siguen diciendo que estamos un poco locos, pero nos comprenden. La familia es muy importante cuando corres en solitario tantos kilómetros y es importante sentirte apoyando. La cabeza hace mucho más que unas piernas. El ser mentalmente fuerte tira de tu cuerpo y es importante para superarse”.
Y junto con la familia es importante la amistad y ahí está el germen del Club Marathon Tartessos Huelva, que se fundó en 2010 con su reglamento y estatutos, pero que no tiene coste alguna para sus miembros. “Está hecho por amigos, sin cuotas y abierto a todo el que le guste correr independientemente de las distancias. Queríamos correr bajo un nombre y llevar el de Huelva a todas partes. No hay nada más ligado a la historia de Huelva que Tartessos y nos gustó”.
Este club ha abierto camino en las largas distancias dentro de Huelva, donde “los hermanos Pavón son asiduos. Fernando Soriano lleva muchos años y yo desde 2009”, ha aclarado Lodeiro, que resalta todo lo positivo de este mundo. “Es una evolución, un reto continuo. Primero corres una media maratón, después la distancia mítica de la maratón y cuando la haces y repites decides probar en ultramaratón, que la verdad es que engancha. Te metes poco a poco y ya no te saca nadie”, relata. Además destaca que “el ambiente es muy bueno, viajas, interactúas con la naturaleza, conoces sitios diferentes y parajes naturales, que es muy diferente al asfalto. Además la calidad humana de la gente es muy grande. Aquí no duda nadie en parar si te ven en dificultades, que es algo que no he visto en mediasmaratones y maratones.
La rutina de los ultramaratonianos tiene un balance anual contundente, ya que Jose Manuel terminó 2013 con 2.740 kilómetros y Fernando, a pesar de atravesar una lesión, superó los 3.000. Y Fernando con más de 3.000 aunque ha estado lesionado. “Son un par de Vueltas a España”, dice sonriente Lodeiro, que detalla que “yo semanalmente hago unos 80 kilómetros. A veces un poco más y otras un poco menos y los fines de semana hago tiradas más largas de tres horas. Tienes que entrenar en distintos horarios y climatologías porque después en un ultramaratón vas a correr de noche, a la hora de comer y tienes que estar acostumbrado a eso”.

“Sacrificas tiempo con tu familia y te quitas tiempo de sueño y sales a las seis o las siete de la mañana. Yo tengo un niño pequeño y trato de entrenar muchas veces a mediodía en el descanso del trabajo para estar por la tarde con él o me pego un madrugón”, detalla José Manuel, mientras que su compañero va y viene todos los días del trabajo corriendo.
No obstante, a pesar de esto “todo el sacrificio que pones se te ve recompensado. El acabar el ultramaratón es un triunfo y en cada carrera hay muchos ganadores. Siempre lo he dicho, aquí el único enemigo eres tú mismo y el ultramaratón, no hay ningún otro y tan ganador es el primero como el resto. El mayor triunfo es llegar a meta y es emocionante el orgullo que se siente tras tanto sacrificio”.
Fernando Soriano es el más experto y conoce las mieles del triunfo. Hasta hace poco tenía el récord de España de más kilometraje en las 24 horas de Barcelona, que se desarrolla en pista. En 2012 hizo 133 kilómetros, distancia que fue superada recientemente. Además ganó en 2011 los 100 kilómetros de Mérida y también se alzó con el triunfo en una carrera de 160 kilómetros en Granada. Habitualmente corre las 24 horas de la Breña en Barbate, los 100 kilómetros de Mérida, el Ultra Trail Sierra Norte de Sevilla y los 101 kilómetros de Ronda, que la clásica prueba de referencia en el calendario andaluz.
De ella dice Lodeiro que “no es la prueba más dura pero fue la primera ultramaratón del sur de España. Es una prueba insigne y tiene su dureza porque se desarrolla en la Sierra de Ronda y luego está el Ultra Trail Sierra de los Bandoleros en la Sierra de Cádiz, de 150 kilómetros, que es más dura aún”.
Lodeiro se ha adaptado a la perfección a su actual piel de ultramaratoniano desde sus orígenes en la marcha atlética. “Pertenece a las etapas del pasado y hace años que dejé de practicar marcha. Tengo buenos recuerdos y la suerte de haber compartido kilómetros de entrenamientos o compitiendo con medallistas olímpicos y campeones como Jordi Llopart, Paquillo o Daniel Plaza. Es una etapa muy bonita y me gustaría pegarle a mi hijo pegarle el guisanillo desde de pequeño y que sobre todo se divierta, que es lo importante”.

Si su hijo sigue sus pasos se unirá a la corriente del ‘running’, que en opinión de este atleta “es evidente que está de moda y he leído recientemente en la prensa que el año pasado ha movido mucho dinero vendiéndose zapatillas y con la organización de pruebas y viajes”. Recuerda por contraste que “hace 15 años te veían corriendo por la calle y te miraban raro y ahora a cualquier hora es algo normal y eso está bien. Es un deporte barato y al que le guste correr y tenga afán de superación y motivación se va planteando retos y se pica. En Ronda cada año hay por lo menos 200 corredores, que es una cifra aceptable y va a más”.
Pero para llegar a ser ultramaratoniano hay que ir paso a paso, pues uno no pasa de estar sentado en el sofá a correr 100 kilómetros seguidos en apenas unos meses. “Hay gente que se cree que va preparada y choca después con la realidad, que te pone en tu sitio. Pero de todo se aprende. En cada carrera se hace y yo lo hago. En los ultramaratones los ritmos lógicamente son más lentos porque las distancias son más largas y es un ejercicio grande de dosificación y mentalización”.
Puesto a dar consejos a alguien que quiera iniciarse en las largas distancias, este onubense que ya ha seguido las etapas necesarias recomienda “prepararse para hacer al menos dos o tres maratones. Un corredor medio normal hace un maratón en tres horas y media o cuatro horas. Es muy sufrido pero es un tiempo relativamente corto, y a partir de ahí lo siguiente es dar el paso a ultramaratones cortos de 50 o 60 kilómetros”. Como explica, “esto se trata de subir peldaños y no tener prisa e ir conociendo tu cuerpo y adaptándote a correr con riñonera y mochilas, es un proceso de adaptación. Hay que cuidar cada detalle, la ropa, la alimentación… los entrenamientos son de mucho kilometraje y muchas horas y a un ritmo distinto. Ahí entra la psicología. Una persona con una condición física media hace 11 kilómetros en una hora y corre a 5:30 el kilómetro y en los ultramaratones los que van en cabeza van a seis y pico o siete el kilómetro”.
Ante todo hay una premisa fundamental “no creer que lo sabes ya todo, fijarte en qué te viene mejor. Nunca hay que empezar la casa por el tejado o te estrellas”.