Carolina Marín, campeona mundial en el cariño de su gente

Fue coronada con muchas muestras de admiración y aprecio como la campeona que es para ellos, aunque en este año no haya podido participar en los Mundiales organizados en su honor. Sigue siendo motivo de orgullo, especialmente para los onubenses, que no tan a menudo tienen la ocasión de acercarse a ella y demostrarle cuánto la quieren. 

La tricampeona mundial les correspondió con su rúbrica y la mejor de sus sonrisas en las fotos. Atendió con paciencia a todos los presentes, que formaron una larga cola, empezando por los componentes del equipo nacional de parabádminton, que ilusionados exhibían las dedicatorias manuscritas por su modelo a seguir. No obstante, era también Marín la que les profesaba su admiración por su afán de superación a partir de sus diferentes tipos de diversidad funcional.

Después fueron pasando por el expositor instalado por la firma Toyota, patrocinador de la campeona olímpica en Río 2016, muchas personas, bastantes en familia, con amplia presencia de niños que admiran mucho a Carolina Marín. Eres la mejor es una frase que se repitió bastante en las bocas de los más pequeños. Aunque los mayores, también le dedicaban piropos y palabras de agradecimiento.

Carolina estaba disfrutando del momento, un premio de consolación de un valor especial, pues el cariño de la gente, en torno a una pista o en la calle, significan mucho para ella, algo que reflejaba en su rostro. Una vez más hacía honor a su mentalidad luchadora y con su presencia evidenciaba que si no podía jugar igualmente daría fuera del tapiz lo mejor de ella. 

El mensaje de la sudadera que vestía, negra con letras doradas, marcaba un propósito personal e invitaba a ello. Start your impossible, decía en inglés: Empieza tu imposible, significaba. Es el mensaje que ya encarnó con su primera lesión de rodilla, felizmente superada, y es el camino que espera recorrer en la nueva adversidad, a la que quiere poner un final feliz.