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Carolina Marín, una pionera con la garra de Nadal

17.06 h. Carolina Marín Martín (Huelva, 15-7-1993) se ha proclamado campeona del mundo y ha hecho a sus 21 años historia en el bádminton internacional y español, deporte en el que ha abierto brecha en el camino, como hicieron en otras especialidades antes Ángel Nieto (motocicismo), Severiano Ballesteros (golf) , Manolo Santana (tenis) o Francisco Fernández Ochoa (esquí). Pero esta vez esta pionera llegó a la gloria antes que los hombres.

Carolina Marín, una pionera con la garra de Nadal

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Es una joya única en un deporte con 7.000 licencias en España frente a las grandes cifras que alcanzan cualquiera de los países asiáticos. En este contexto ha establecido un hito de gran trascendencia, se ha hecho valer aplicando esfuerzo continuo al talento, para así hacer realidad los numerosos retos que soñaba, para ser una gigante. “Puedo porque pienso que puedo” es uno de los lemas de esta joven onubense, afable y simpática, activa en las redes sociales, siempre sonriente, pero también autocrítica, con un enraizado espíritu de superación y un pensamiento positivo inquebrantable.

Muchos ven en ella la versión femenina de Rafa Nadal, su ídolo, al que trata de emular. Desarrolla similares gestos al celebrar puntos y victorias, aunque acompañados de su grito particular. Ambos son zurdos, se crecen ante las dificultades, no se rinden fácilmente y cuentan con una extensa nómina de remontadas. Tienen en común la garra, la capacidad de lucha, el carácter competitivo, una precocidad insultante y una progresión meteórica en la alta competición. La onubense aún no tiene el extenso palmarés del manacorí, pero eso el tiempo lo dirá.

Ya tiene la medalla de oro mundial, este mismo año se proclamó campeona de Europa absoluta y antes lo fue en las categoría Sub 17 y Sub 19. En el anterior mundial fue quinta y hace dos años olímpica en Londres, donde precisamente la china Li Xuerui, número 1 del mundo y ahora subcampeona mundial, le impidió llegar más lejos.

Desde muy joven se convirtió en dominadora nacional, pero tenía claro que sus metas eran más grandes y cómo llegar a ellas. Ejemplo de la cultura del esfuerzo, ha evolucionado en cada detalle en el aspecto físico, técnico y sobre todo mental. Éste se percibe en su profundo gesto de concentración cuando empuña la raqueta para dominar las veloces y cambiantes trayectorias del volante emplumado, todo un máster cum laude frente a las jugadoras asiáticas.

Ante chinas, tailandesas, coreanas, hindúes, etc. siempre reaccionó con motivación por acercarse a su nivel en lugar de mostrar temor y excesivo respeto. Optó por ser osada, aprendió de ellas, las estudió, entrenó con ellas, sacó conclusiones de cada derrota con su equipo técnico y siempre se exigió un poco más. De hecho antes de este Mundial de Dinamarca se concentró en Tailandia y entrenó con la anterior campeona mundial Ratchanok Intanon.

Unos seis años intensos han pasado desde que Marín dejó Huelva como un diamante en bruto para pulirse en el CAR de Madrid con Fernando Rivas como entrenador. No había transcurrido mucho tiempo desde que esa niña que taconeaba en las clases de flamenco fue un día a jugar al bádminton con una amiga y cambió de afición. Sus primeros pasos fueron guiados por Paco Ojeda, director técnico, entrenador y alma mater del CB Recreativo IES La Orden, campeón de Liga los dos últimos años, pero ante todo una gran familia donde se crió la que se ha convertido en seria alternativa a la hegemonía oriental, una pionera con la garra de Nadal.

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