Fútbol > Regional Preferente

'Los jugadores del Paulapesca Gibraleón perdieron los papeles'

18.20 h. Chema Toscano, primer asistente del árbitro agredido en el Paulapesca Gibraleón-Moguer de Regional Preferente este sábado explicó que estuviero 'casi dos horas' encerrados en el vestuario mientras 'nos increpaban, pegaban patadas a la puerta para tratar de entrar y nos amenazaban'. 'La situación fue muy peligrosa y los veíamos capaces de todo', por lo que sintieron 'miedo'. En el momento de la agresión no había Policía porque 'tuvieron que acudir a una urgencia'.

Huelva24

Huelva

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El árbitro agredido el pasado sábado en el encuentro disputado entre el Paulapesca Gibraleón y el Moguer de la Regional Preferente de Huelva estuvo dos horas encerrado con sus asistentes en el vestuario antes de poder salir del estadio.

En el descuento de la primera parte se produjo una falta al borde del área cometida por el capitán del Paulapesca Gibraleón. El colegiado señaló falta y le mostró la tarjeta amarilla, pero el jugador se enfadó y realizó gestos agresivos, ha explicado a huelva24.com su primer asistente, Chema Toscano, por lo que le mostró la segunda cartulina y la roja.

En ese momento los jugadores perdieron los papeles, ha narrado Toscano, que ha recordado que incluso los del banquillo saltaron al campo a protestar. Uno de los suplentes salió corriendo y le propinó al colegiado un puñetazo por detrás de la cabeza, en la zona del cuello, que según el centro de salud al que acudió después, le produjo contusiones e inflamación. 

Después de la agresión el colegiado decretó el final del partido  y comenzaron al saltar al campo los espectadores, lo que obligó al árbitro y sus asistentes a refugiarse en el vestuario hacia donde llegaron entre empujones hasta echar la llave. 

Según explicó Toscano, en el momento de la agresión no había Policía porque tuvieron que acudir a una urgencia y regresaron cuando ya estaba el trío arbitral en el vestuario. Allí estuvieron casi dos horas y desde el otro lado de la puerta nos increpaban, pegaban patadas a la puerta para tratar de entrar y nos amenazaban.

El primer asistente del colegiado ha reconocido que la situación fue muy peligrosa y los veíamos capaces de todo, por lo que sintieron miedo. Además ha comentado que él tuvo que hacer el escrito del acta porque el árbitro estaba temblando por los nervios y no podía escribir. 

El comité de competición se reúne el miércoles y determinará  la sanción que espero que sea bastante grave, ha dicho Toscano, que agradeció la ayuda que de otros compañeros colegiados que estaban en la grada y que también fueron increpados. 

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia