llegada de la hermandad de huelva
Huelva ya es Rocío
00.02 h. La centenaria hermandad, la más numerosa de las filiales rocieras, completó felizmente su llegada a una aldea almonteña que la esperaba con los brazos abiertos, expectante a su imponente irrumpción por el camino de Moguer para aportar a la romería un pedazo grande del corazón que le robó a la capital dos jornadas atrás como ofrenda a la Virgen del Rocío y que durante varios minutos abrazó con jubiloso barullo las marismas anochecidas.



Y es que el palpito del corazón de Huelva se aceleraba y retumbaban los tamboriles y susurraban en el viento las flautas y las sevillanas con la voz desgarrada se hacían un murmullo cada vez más audible en la distancia. La promesa estaba a punto de cumplirse y todo El Rocío ya sabía que era Huelva su portadora.
No importa el cansancioLa devoción es un sentimiento profundo y sincero que se expresa como una fiesta para los rocieros. No importa el cansancio, los obstáculos que pudieran surgir, la emoción pesa más que cualquier cosa y es ella la que impulsa el anhelo de hacer tangible la esperanza. Huelva atesora decenas de caminos con final feliz, en los que todo merece la pena y en los que recoge el reconocimiento a su pasional modo de entender la romería. Palmas contra el eco. Huelva, Huelva entonaba los miles de peregrinos que festejan la llegada. A esas palmas se sumaron las numerosas personas que esperaban a la hermandad para fundirse con ella y acogerla. Y en esa nebulosa multitud el simpecado navegó como si no pesara en la multitud y avanzó suave, ajeno a cualquier pesar, y contagió su espíritu poderoso a quien parecía languidecer tras los últimos kilómetros. Las sonrisas y las lágrimas se abrían paso entre rostros y ropajes tiznados por capas de sudor cubiertas por arena, pero este momento Huelva cobra siempre fuerza y ya no hay frío ni calor, y todo lo baña la alegría.
