mario moya, autor de la obra
Alfonso Bejarano, elegido hermano mayor de la Romería del Rocío, que ya tiene cartel anunciador
09.44 h. Como es tradición en Almonte, el Domingo de Resurrección los hermanos de la Matriz estaban convocados en la Parroquia de Ntra. Sra. De la Asunción en una Asamblea General de Hermanos para elegir al que será su hermano mayor en la próxima Romería del Rocío. Alfonso Bejarano Ramírez fue respaldado por 1.089 votos de los 2138 emitidos.

Asimismo, la Hermandad Matriz presentó en dicha asamblea el cartel anunciador de la Romería, cuyo autor es el artista onubense Mario Moya, que se mostró agradecido por este encargo de la Matriz. Un cartel que ha realizado de manera desinteresada y del que su autor destacó que “es una ofrenda por todas las gracias recibidas”.
Una obra de composición clásica y sencilla que permite su visualización global en un solo golpe de vista, ocupando el lugar central y de forma destacada la imagen de la Santísima Virgen como Reina y Patrona de Almonte, enmarcada en un óvalo del que sobresale. Un fulgor repujado en la clásica e inconfundible ráfaga que la hace brillar con su inconfundible silueta, en la que se puede apreciar una hermosa letanía de piropos y virtudes de nuestra Madre.
Del medallón cuelga una extraordinaria guirnalda de flores que conforman la silueta de un simpecado sobre el cielo azul de la noche marismeña, un simpecado que es elemento singular y común en todas las hermandades filiales, que lo portan con ocasión de tan universal romería para traerlo a las plantas de la Santísima Virgen desde todos los rincones del mundo.
Esta iconografía se sitúa sobre una escena monocroma de hermosos azules. En esta escena la composición se abre simbólicamente invitando a todos los peregrinos y romeros de todas las hermandades a unirse a Ella con filial amor hacia la virgen, tras el simpecado rojo que la Matriz porta a caballo de forma tan especial. Al contemplar tan original hecho los tamborileros y tamborileras situados en primer plano nos hacen sentir esa música que resuena como banda sonora de la Romería, pellizcando el corazón de todo el que se siente rociero.Ante nosotros se abre un camino de arenas blancas en el que hundir nuestro pasos hacia la Blanca Paloma como lo hacen las 117 filiales representadas en las 117 flores de ese jardín que enmarca a la Virgen en forma de simpecado, jardín del que Ella es celestial jardinera y que cada Lunes de Pentecostés riega con su Rocío del Cielo, para infundirles el espíritu que promueva y extienda la devoción a la Santísima Virgen por todos los rincones del mundo.
Coronando el cartel el Espíritu Santo, Pentecostés eterno, Paloma Blanca que sobrevuela sobre la marisma y su reina, para llevar el fuego del Espíritu que arde en las letras que nombran a la madre de Dios en la bellísima advocación que Almonte eligió, con inigualable acierto, para su madre, Rocío.
Un cartel lleno de detalles
Decir Rocío es decir oración, agarrados a una reja gastada por manos que se aferran a ella para rezarle pidiéndole y dándole gracias, por ello también hay oración alrededor de su bendita imagen, para que mientras se contempla el cartel, mirándola a la cara, sepamos que Ella escucha desde el cielo: Rocío del cielo, madre de misericordia, ruega por nosotros.
Colorido alegre y luminoso para un cartel glorioso que anuncia la más universal de las romerías a la Santísima Virgen, en su advocación más hermosa, salpicado de detalles llenos de amor hacia Ella. Como la medalla de Huelva, hermandad de la que es hermano el pintor del cartel.
También un reloj, que no marca las horas pues en el Rocío el tiempo se detiene y se hace eterno, no hay horas para dormir, ni para comer, cantar o bailar, ni horas para rezar, pues todo se hace a la vez, todo entorno a la Virgen. Como no hay hora para que sus hijos almonteños la saquen en procesión por la aldea, ni hora para recogerla, pues el tiempo no cuenta aquí, tan solo el goce de contemplar a la reina de las marismas es el tic tac que marca cada momento de esta romería, que se anuncia ya, con este cartel.