Es la de una peluquería de la Avenida Italia en la que debe haber más tabaco que pelos. De lo primero hay rastros de sobra. Más bien dirían que no se han molestado en recoger ninguna colilla, mientras que de lo segundo, los pelos, los deben haber barrido, porque de eso no queda. ¿Habrá que usar un cepillo y un recogedor especial y no lo tienen?
Al principio sorprende, ya molesta. Huelva está como está por gestos como éstos. ¿Tanto cuesta barrer y recoger la suciedad generada? O más fácil aún: en vez de tirar la colilla a la calle usen un cenicero. Todo suma y la imagen no favorece a nadie, a este negocio el primero, del que desconozco la calidad de su trabajo, pero desde luego que con semejante estampa no apetece formar parte de su clientela.
Espero que una mañana cualquiera ya no tenga que mirar al suelo porque no haya nada y pueda centrar la mirada en el amanecer.
L. G.
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