Anguita
Hoy me acuerdo de Julio Anguita. Hoy, cuando muchos ciclos han finalizado y llega el momento de la recompensa. El que fuera alcalde izquierdista de Córdoba renunció a su paga vitalicia como parlamentario, un privilegio al que no dudó en oponerse tildando de escandalosos los haberes que otros políticos sumaban a su privativa causa; “con la pensión que me corresponde como maestro tengo bastante”. Tomen nota.