SEMANA SANTA
Radiante Miércoles Santo
18.41 h. ACTUALIZADA 00.02. Por fin Huelva ha podido disfrutar de otra nueva tarde cofrade sin necesidad de andar pendientes de partes meteorológicos, avisos ni probabilidades. El Miércoles Santo comenzaba puntual en El Carmen, donde se daba el pistoletazo de inicio a una tarde que se adivina radiante.

Huelva bulle este Miércoles Santo en una jornada en la que por fin los cofrades han podido dejar de mirar al cielo para centrar su atención únicamente en las hermandades que se ponen en la calle.

Lo señalaban las predicciones y se han cumplido los pronósticos. El cielo luciría azul desde hoy y las cofradías se podrían echar sin ningún tipo de preocupación a la calle. Así lo han hecho puntuales desde El Carmen y El Polvorín, dos barriadas que viven especialmente la Semana Santa.
En la primera es en la que se ha abierto la tarde, cuando el imponente misterio de El Prendimiento se ha puesto en la calle al son de la Banda de Cornetas y Tambores San Juan Evangelista.

Casi al mismo tiempo se abrían las puertas del Sagrado Corazón para ver marchar a otra de las clásicas del Miércoles Santo onubense, la Hermandad de la Victoria. Como suele ser habitual, en El Polvorín una multitud ha acompañado a su Reina en su salida y el inicio de su camino hacia el centro pasando por el Barrio Obrero.

El otro punto neurálgico de la jornada se ubicaba en el centro, no solo por la Carrera Oficial, sino porque desde allí estaban llamadas a salir las otras dos hermandades de la tarde. De un lado la Santa Cruz, que es la encargada de poner el contrapunto a una tarde que suena a misterios rotundos con banda y bambalinas bailando. Desde la Concepción se echaba a la calle poco después de las siete de la tarde.

La última en hacerse cofradía era otra de las más esperadas, sin duda. El Santísimo Cristo de la Expiración y Nuestra Señora de la Esperanza Coronada salían de su iglesia cuando ya el centro de la ciudad era un hervidero en busca de sus pasos.

Se producía así el ansiado reencuentro de Huelva con dos de sus Reinas y algunos de los titulares más señeros de la Pasión onubense. Y sobre todo lo hacía sin sobresaltos, bajo un sol radiante que ha permitido una tarde igualmente luminosa.