EL TIEMPO PARA HUELVA CAPITAL Y ALREDEDORES
Agua psicológica
Pues igual mañana llueve. Pero no habrá necesidad de coger el paraguas. Adjuntamos el mapa de superficie para que veáis como el anticiclón aparece desplazado hacia el oeste de las Azores, haciendo que todo parezca más liado que la pata de un romano. Pero, no. Tranquilos.

Vamos a intentar explicarlo, pero antes la previsión: Leve aumento de las temperaturas este fin de semana, pero de calor, lo que se dice calor, nada de nada. Máximas de treinta y dos o treinta y tres (1) y mínimas civilizadas para esta época del año. Y el sábado podría llover, pero poco. O nada en la capital onubense pero sí que lo va a hacer en la mitad occidental de la provincia y sobre todo en la zona serrana. Lástima que no lo haga en la capital y no lo decimos por la escasez de agua, sino por el factor psicológico. Al no cesar de alarmarnos desde las distintas cadenas de televisión (2), tenemos una presión a añadir a lo de las epidemias, las guerras y el narcotráfico reinando en nuestras costas, luego un poquito de agua nos vendría bien para liberarnos, para respirar, para entender que por muy mal que lo pinten, el fin del mundo probablemente no será pasado mañana a las tres y cuarto de la tarde. Igual se atrasa.
Volvamos al mapa de superficie facilitado por la Aemet. El anticiclón a su bolo, al oeste de las Azores o al suroeste más bien. En mitad del Atlántico. Bien, pues olvídense de él y presten atención a la borrasca situada frente a las costas lusas. Bajas presiones y en altura una depresión aislada en niveles altos de la atmósfera, una dana. Pues nada, lo que ocurre es que esa borrasca, esas bajas presiones en superficie, se corresponden con una masa de aire relativamente más cálida, mientras que en altura tenemos aire frío. Y va a ocurrir lo que tiene que ocurrir. Inestabilidad. El aire frío pesa más y una masa de aire cálido, pesa menos, o mejor dicho, ejerce menos presión sobre la superficie terrestre por una razón muy simple, porque el aire cálido se expande y esa misma presión la ejerce sobre una superficie mayor. Si me han seguido hasta aquí, seguro que se enteran de todo porque lo que resta es de cajón. El aire frío, al pesar más, tiende a descender, mientras que el aire cálido, lo contrario, tiende a ascender. Pues ya se lió parda. Una dana en altura y abajo bajas presiones, que si una hace que el aire frío descienda, girando para colmo en el sentido de las agujas del reloj, mientras las bajas presiones en superficie van dejando que el aire frío ocupe su lugar, pues ya os podéis imaginar el guirigay que se puede estar formando encima de nuestras cabezas, desde la superficie terrestre hasta los cinco mil quinientos metros en los que más o menos encontramos esta dana. Pues aire para arriba, aire para abajo, fricciones y toda la pesca. Total, que el aire cálido, que contiene más humedad que el frío como es natural, al ascender se va enfriando, se contrae por lo tanto y cuando no puede aguantar más la criatura, pues precipita. Rompe a llover. Lástima que en las últimas horas y según se observa en las imágenes del Meteosat, esa inestabilidad no nos llegué a la capital onubense más que en forma de nubes. Lloverá al oeste de la provincia y en muchos puntos de la zona serrana, pero aquí nublado. Nada más.
A los que habéis aguantado hasta aquí, quiero desearos un buen fin de semana (3), recordaros que aunque ni llueva o truene el mundo no se va a acabar. Todo controlado. Buen tiempo. Un abrazo y hasta el lunes.
Post scriptum: Aunque lo normal es que este sábado no llueva, el más mínimo meneo de la dana, la más mínima oscilación, puede hacer que llueva más hacia el este. Sed comprensibles y no me pongáis verde.