Se manifiesta ante La Caixa
La “estafa” que tiene arruinado a un pensionista
18.43 h. Juan Antonio García Palanco acordó con un promotor inmobiliario la permuta de su casa por una nueva construida en el mismo lugar, pero la empresa quebró y un aval bancario que firmó engañado le hace responsable de una deuda de 100.000 euros al pasar el inmueble a su nombre. El promotor hipotecó la vivienda, que tramitó La Caixa sin estar permitido en las condiciones de la permuta y el banco la va a subastar. Este jubilado tiene embargada la pensión, el coche y las cuentas bancarias. Tras sufrir varios reveses en los tribunales se manifiesta en la calle para denunciar que es víctima de 'una estafa'.

Un jubilado debería disfrutar de cierta tranquilidad tras toda una vida trabajando, pero el presente de Juan Antonio García Palanco es muy distinto al que imaginaba tiempo atrás. Tiene embargada la pensión, la cuanta del banco, el coche, y la carga una deuda bancaria contraída sin ser él quien la generó de 100.000 euros. Además su casa está hipotecada, en subasta y él y su familia en amenaza de desahucio. Todo por un engaño, una estafa que ahora lamenta y revive a diario. Cada mañana se coloca en el mismo vértice de la plaza de las Monjas, frente a una sucursal de La Caixa, con un cartel colgado a ambos lados del tronco que trata de resumir su cruda historia. Lleva tres semanas luchando de este modo contra una situación complicada, que le ha arruinado la vida. También trata de cambiar las cosas en los tribunales, pero de momento ha recibido un revés tras otro.

Todo comienza cuando hace unos años un promotor inmobiliario hace una oferta a los tres vecinos que viven en una casa de la calle Virgen del Mayor Dolor, en las Tres Ventanas. “Le cedimos al promotor una casa que tiraron, libre de carga, y en el trato figura que me tenían que dar un piso, un garaje y un trastero. Era mi casa y la de dos vecinos más. Ellos cogieron el dinero y yo no tuve esa fortuna. Decidí coger la casa nueva. Mientras se construía nos alquilaban una casa y cuando nos mudamos quebró la promotora y el banco me reclama el dinero que le prestó al promotor”, ha explicado a huelva24.com García Palanco, que vive en su casa con luz de obra y con la amenaza de ser desahuciado.
“El promotor se declaró insolvente y ahora el banco pretende subastar el piso para recuperar el dinero que le prestó. La primera demanda contra el promotor la ganamos y se puso la casa a mi nombre pero la registradora no me quitó la carga”, ha detallado el afectado, que recuerda que se trata de “una carga que yo no he puesto ni firmado y aunque yo he reclamado parece que no vamos a poder parar la subasta. Ya ha habido tres intentos”.
“Yo no quiero dinero, quiero mi casa, que esté a mi nombre y sin carga, como estaba. El veredicto al cabo de los nueve meses ha sido no culpar al banco sino al promotor, que es insolvente. Tengo que recurrir nuevamente y he decidido ponerme aquí, ante las puertas del banco, porque ya el sufrimiento es inaguantable. Llevo tres semanas y nadie me resuelve nada”, ha detallado este pensionista, que interpondrá un nuevo recurso ante el juzgado provincial tras perder varías tercerías.

En estos procesos ha ido contra el promotor y el banco sin obtener el resultado deseado. en diferentes procesos. “El promotor ha ido en todos los juicios a favor del banco y poniéndome trabas. Me tiene embargado el coche, la cuenta y me tiene la vida arruinada y condenada”, lamenta García Palanco, al que el promotor, a pesar de su engaño, le reclama 50.000 euros de las costas judiciales “en vez de reconocer su estafa y que obró mal conmigo”.
Según el afectado en el contrato de permuta de la vivienda con el constructor ante notario hay cláusula con “condición resolutoria donde se especifica claramente que no se puede hipotecar mi casa de ninguna de las maneras, en ningún momento, pero el banco, aunque cuando le presta el dinero lo sabe, tramitó esa hipoteca”.
El banco se apoya en que Juan Antonio, a los seis meses de firmar el contrato de permuta accedió a dar un aval bancario al promotor, que se lo pidió para acabar la obra. “Y ahí dicen que nosotros firmamos la autorización para que se pueda hipotecar nuestra vivienda, todo. Si yo tengo mi casa y libre de carga ¿cómo voy a firmar conscientemente eso si no me dieron nada a cambio? Se ve claramente que he sido engañado”. Además ha asegurado que “el notario me dijo que no me preocupara porque era para una ampliación de capital. Me echan la culpa de que yo tenía un aval bancario y se lo di al constructor, pero yo soy una persona honrada y honesta y se lo di al constructor porque me lo pidió y yo sabía que mi casa no estaba hipotecada. Él me lo pidió para engañarme y quitarse esos 90.000 euros que tenía retenidos en el banco”.
“Es muy fuerte. Yo no soy el responsable, porque mi casa no tenía que haberla hipotecado el banco antes. El director, que me conocía, me dijo que eso lo hacían siempre así, pero claro no pasaba nunca nada hasta que ha venido la crisis. Luego entonces lo han estado haciendo malamente y ahora vienen las consecuencias y nadie se hace responsable”, ha comentado García Palanco, que ha aclarado que el director del banco “me conocía y él era conocedor del pacto que tenía con el promotor. Me dijo que iba a intervenir para que te salieran bien las cosas y lo hizo para que le saliera bien al banco. Me podía haber avisado de alguna manera que no firmara el aval que me pedía”.
Tras tres semanas de manifestación ante la puerta del banco, García Palanco ha explicado que no ha obtenido nada. “No dicen nada, sólo que ellos no son nadie para arreglarlo. Supongo que tendrán órdenes desde Sevilla. Yo me conformo con quitarme de disgustos ya y nos quiten lo que falta por pagarse, pero parece que no hay manera”.
De los procesos judiciales por los que ha pasado ha recordado que en uno “la señora jueza nada más terminar paró a nuestro abogado y al del promotor, dejó salir al del banco y dijo que ella no pensaba condenar al banco, que lo arregláramos entre nosotros, pero es imposible cuando el promotor es insolvente”.

La segunda firma que realizó es “la acción clave por la cual no me dan nunca la razón. Le dan más peso al aval que al acuerdo previo con el promotor. Los jueces siempre han dicho que al haber firmado lo que tenía en condiciones lo había dejado de lado. Es como si por las buenas lo regalara todo al banco. Y es lo que dice mi abogado, ¿a cambio de nada? Y a pesar de eso el notario ha hablado a nuestro favor en el juicio, dejando claro que firmamos para darle una ampliación de capital. Para mí nunca ha cambiado porque mi condición resolutoria siempre ha estado vigente de que mi casa no la podían hipotecar”.
“Ahora me dicen todos qué mala suerte, pero no lo es, más que eso es encontrarme con gente canalla, con mucha cara, que me ha estafado”, ha sentenciado con rostro triste este pensionista que de momento no se rinde.