solemne procesión de la patrona
La Virgen de la Cinta, arropada por su pueblo en un recorrido para la historia
La procesión de este año quedará marcada en la historia tanto por lo extraordinario del itinerario recorrido como por las estampas que dejó
La inédita procesión de la Virgen de la Cinta por el centro de Huelva
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La Virgen de la Cinta volvió a pisar las calles de Huelva. Tras unas intensas semanas de cultos desde que llegara a la parroquia de la Concepción en la mañana del tercer domingo de agosto, llegaron los días grandes de su festividad. Una festividad del 8 de septiembre que desde hace ya años tiene su preludio con la Procesión Solemne en la que toda Huelva se engalana para acompañar a su patrona.
La procesión de este año quedará marcada en la historia tanto por lo extraordinario del itinerario recorrido, como por las estampas que dejó grabada en la retina de los onubenses que, en todo momento, arroparon masivamente a la Virgen.
A las ocho de la tarde se abría la puerta principal de la parroquia de la Concepción. Un gran gentío se agolpaba a las puertas, bajo un cielo cubierto de nubes que a lo largo de la mañana dejó caer algunas tímidas gotas. Las gotas no se volvieron a repetir y las nubes hicieron su trabajo para rebajar tímidamente las temperaturas, algo que agradecieron todos los fieles que allí se concentraban.
La cruz alzada con el característico tintineo de las campanillas que la decoran abría el cortejo, tras el que se colocaban las distintas representaciones de las hermandades de gloria y penitencia de la ciudad. Cerraban marcha las autoridades civiles y militares, con la Diputación y el Ayuntamiento bajo mazas. Tras la presidencia, como ya pudimos ver el pasado año, el obispo junto al cabildo catedral cerraban el cortejo, antecediendo al paso de la Virgen.
Nuestra Señora de la Cinta Coronada realizaba su salida a los sones del himno nacional interpretado por la Banda Sinfónica Municipal de Huelva. Banda que acompañaría durante todo el recorrido el caminar de la Virgen. Exornado por los tradicionales nardos salpicados de rosas blancas, el templete de plata que porta a la Patrona de Huelva comenzaba a brillar con las últimas luces del día.
A las órdenes de José Ramón Romero y su equipo, la veterana cuadrilla de costaleros de la Virgen de la Cinta mecía con delicadeza las andas en su primer contacto con su pueblo, viéndose en los ojos de los onubenses las primeras lágrimas de emoción y resonando en el cielo de Huelva los primeros vivas a su patrona.
En este inusual recorrido, el aroma que desprendía el paso de la Virgen se alejaba por la calle Concepción, en busca de la Gran Vía. Sería en esta arteria principal de la ciudad donde se vivieran dos momentos especiales a las puertas de las dos administraciones locales.
Emotivos encuentros
En este año 2023 se cumplen 100 años del nombramiento tanto del Ayuntamiento de Huelva como de la Diputación de Huelva como Hermano Mayor Honorario de la Cinta. Por este motivo, la Virgen de la Cinta llegó hasta la puerta principal de la casa consistorial.
Quedando enmarcada la sagrada imagen por la fachada del edificio neoherreriano, la hermandad hizo entrega a la alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda, de una medalla que renovaba este centenario vínculo. Bajo una lluvia de pétalos de flores, desde el ayuntamiento de hizo un ofrenda floral a la Virgen mientras en la plaza sonaba el Himno de Nuestra Señora de la Cinta interpretado por la Municipal junto a la Coral de la Merced.
Misma situación pudo vivirse unos metros más adelante, en la sede de la Diputación. Aquí, el presidente del ente provincial, David Toscano, correspondió a la hermandad patronal con una medalla de la institución y, mientras caían los pétalos de flores desde los balcones del edificio, el Coro de Campanilleros de la Virgen junto al resto de fieles allí congregados entonaron el rezo de la Salve de los Marineros. Con la noche ya cerrada, el cortejo emprendía el itinerario de vuelta al templo concepcionista, buscando otro de los momentos señalados que aguardaban todos los onubenses.
La coqueta plaza Niña aguardaba abarrotada de gente, que esperaban el encuentro de Nuestra Señora de la Cinta con las Hermanas de la Cruz. A las puertas de su convento, adornado especialmente para esta ocasión, las hermanas recibieron al paso de la patrona con sus habituales rezos cantados.
Soniquete al que estamos acostumbrados en Semana Santa y que este año, por culpa o gracias a las obras del centro de la ciudad, hemos podido disfrutar también en el mes de septiembre junto a la patrona. Por la calle de la Esperanza volvían a llover los pétalos en honor a la Santísima Virgen y se producía el encuentro entre la Virgen de la Esperanza y la Virgen de la Cinta. Frente a frente, el paso de la patrona entró en el templo de la cofradía del Miércoles Santo uniéndose en escasos metros dos de las grandes devociones que tiene estaciudad.
