Martes Santo de Pasión
Quiero recordar con nostalgia y cariño los típicos y diversos lugares y cantaores de mi Huelva. Mi padre, amante de todo lo relacionado con nuestras costumbres populares, entre las que destacaría la Semana Santa, me llevaba a escuchar cantar saetas, destacando las del Martes Santo a la Hermandad de Pasión.
Escuchaba saetas n la típica calle Madre Ana y, una vez pasada, al llegar al altillo de la calle Silos antes, en la actualidad Jesús de la Pasión, a la altura del Bar El Salao, donde estaban los cantaores, con sus voces y gargantas preparadas, entre el respeto, el miedo y la alegría, de tener de tener ante ellos a sus imágenes queridas y veneradas. Entre otros se encontraban Pepe Sanz-Santana, el Panadero, Rafael Acosta Merchán y Pepe Becerra, todos vecinos del Barrio. Les rezaban por saetas al Cristo de Pasión y la Virgen del Refugio ante las atentas miradas del numeroso público congregado para gozar ante tan bella estampa, de escuchar este maravilloso palo del flamenco, de contemplar a dos de las imágenes más admiradas y queridas del viejo barrio de San Sebastián.Tras una buena tanda de hermosas saetas al Cristo y la Virgen, continúa su peregrinar la cofradía en medio de una masa humana de devotos de toda Huelva, que se han trasladado hasta el Barrio Alto para mostrar toda su fe y devoción al Señor de Pasión y la Virgen del Refugio. En su desfile procesional por estas calles se llega a la Tertulia Litri, en cuyos sus pequeños balcones se turnaban Carnicerito de Huelva y su hermana Dolores La Pera, El Muela y Encuentro para deleitar a la muchedumbre, que desde horas antes, aguardaba la llegada de los sagrados titulares de la Hermandad de Pasión, para escuchar atentamente el cante difícil, duro y desgarrado de las saetas. La hermandad continúa en su recogida y en los balcones de Don Guillermo García Escalera, escuchamos de nuevo a Paco Garrido y Paco Cerrejón, que cantan por Saetas, como han hecho desde siempre, poniendo todo su cariño y devoción a estas hermosas imágenes. La procesión sube al porche de San Pedro, y antes de que el paso del Señor entre en la iglesia, allí están otros buenos aficionados, como Manolo Castilla, Pepe Azuaga, Manolito Vela y Rafalete para despedir a Jesús de La Pasión y la Virgen del Refugio con este espectacular cante-rezo o plegaria que sale de los adentros de los cantaores, llamado o conocido con el nombre de saeta.