Ratas
El aireo de los ácaros está provocando más de una alergia. Tomando por necios al prójimo, más de uno quiere ahuyentar a los espíritus con temores sobre el pecado y la redención. Como un cuento para infantes, despojado de ornamentos, los que han sido arrojados al vacío después del 22 de mayo intentan frenar el venteo de las alfombras de las moradas de las que acaban de ser desahuciados.
El traspaso de poderes se ha envuelto en una intencionada polémica con una clara visión de futuro de los entusiastas populares. Hay que pensar en las elecciones generales y andaluzas del próximo año en las que -papeles en mano- utilizarán los hallazgos en ayuntamientos, diputaciones y comunidades para advertir de la ignominiosa gestión socialista. Los cargos peperos han descendido a las cloacas y, como es habitual en este tipo de visitas, siempre emergen las ratas a las que hay que seguir en caso de hundimiento. Los cabecillas del PP han comenzado por la limpieza de los sótanos donde las cámaras de máxima seguridad se abrirán para indagar los desfalcos y desvíos de los fondos públicos.Desmontar los cortijos no es tarea fácil y las decisiones a tomar por los neonatos gobiernos de la formación marianista no van a ser precisamente populares. Es un quiebro de cintura para justificar, en previsión de malsonantes medidas económicas, los probables adelgazamientos de plantillas municipales. Las auditorias se convertirán en el mejor aliado y será entonces cuando los regidores tengan que afanarse en hacer su mejor venta política, probablemente la más difícil. Es una sentencia que ya debía haber sido dictada por gobiernos anteriores pero, claro está, no serían consideradas políticas de progreso...Esta sacudida ya ha confrontado a PP y PSOE en Castilla-La Mancha. Es la misma tensión palpable en la Diputación de Huelva donde los socialistas gobernarán en minoría con la consiguiente pérdida de su valiosa carta blanca. Antes de la constitución de los ayuntamientos, ciertos equipos de gobierno han apurado sus mandatos para mover alguna que otra plaza. Es la amenaza del bisturí. Esta operación de saneamiento ya ha sido estimada por el PSOE de “gamberra” y “fraudulenta” en una aciaga defensa del interés general. Con la palabra fácil, aquella que apunta a espantadas de inversores si sale la verdad de las cuentas (por el nerviosismo que han suscitado podrían ser de las Islas Caimán), han construido un escudo de paja que poco servirá para amortiguar los golpes; desde hace tiempo los inversores tienen su mirada lejos de España.Ahora es el momento de lavar los rostros más allá del simple maquillaje que esconde sólo durante minutos el paso del tiempo; el ciudadano quiere saber quién ha sido el depositario del pago de sus cánones y dónde están las puertas de emergencia de las instituciones que mantiene. Las cuentas deben ser saneadas; no es posible sostener consistorios con más del 70% del presupuesto destinado a personal. Es una labor lógica a realizar por los ediles, poner una nota de coherencia en la gestión municipal independientemente de su color político. Las ratas están saliendo y, por algo será, en las películas todos las siguen.