No ganamos a nadie
Termina la temporada y vuelven los fantasmas de siempre. El Recreativo, a pesar de que esta temporada iba a ser la hostia, con un entrenador que predicaba el fútbol ofensivo y con un modelo de juego que en teoría nos iba hacer divertir, ha vuelto a dar lo que ya vimos la temporada pasada, y la otra, y la otra.
Jugadores que arrojan la toalla, técnicos incapaces e impotentes de cambiar el rumbo del equipo y una sensación de desolación. De un equipo que no es capaz de jugar a nada, que cede derrota tras derrota y que no transmite nada a su afición. Este lunes, ante el Hércules, el mismo juego plano de siempre y dando regalos a su adversario que no desaprovechó.
Me queda el mismo sabor amargo de la pasada temporada, cuando el Recreativo de Huelva se desangró en el tramo final de la temporada, con Juanma Rodríguez a los mandos de la nave. El equipo no ganaba y se metía poco a poco abajo, y tuvo que ser el Villarreal, con su descenso, el que nos ayudara de manera involuntaria para mantener la categoría.
En esta ocasión, la situación no es tan extrema. Con 48 puntos, creo incluso que la permanencia ya está conseguida, aunque se dormirá mejor cuando sumemos los 50. Pero el equipo sigue sin ganar y dando señales de impotencia. Algo que afectará en mayor o menor medida al proyecto de la próxima temporada.
Sergi Barjuan ha quedado marcado. Aunque la inmensa mayoría de la afición siga expectante por lo que pueda ofrecer la próxima temporada, ha quedado muy cuestionado en este tramo final de temporada. Ya no es la prensa, muchos aficionados pitaron de lo lindo al equipo y las decisiones de su entrenador catalán. No hay felicidad, hay crispación.. Motivos que pueden pesar y mucho de cara a la campaña de abonados de la próxima campaña.
El equipo y el entrenador tienen en su mano cambiar todo. Basta con ofrecer otra cara, jugar con intensidad e ir a muerte a por los partidos. Es solo lo que pedimos.
