Tenía que llegar
Era cuestión de tiempo. El buen momento del equipo y su fantástica racha de resultados positivos tenía que cortarse, solo por probabilidad matemática. El verse arriba y con tanta contundencia puede producir falta de intensidad en determinados tramos de la temporada y eso es lo que ocurrió este domingo en El Toralín.
Si a ello le sumamos que la jornada se había aliado con los albiazules, el no sentir el aliento en el cogote de ningún rival, propició que el Decano ofreciera una imagen poco habitual ante la Ponferradina. Fue superado de principio a fin, en un partido del que hay que quedarse con lo que se hizo mal, casi todo y mirar ya adelante en próximos retos.
El equipo estuvo fallón en todas las líneas e incluso Cabrero, el mejor del equipo al salvarlo de una goleada, también tuvo sus errores. El Decano no estuvo en el partido, encajando los tres goles a balón parado, el talón de Aquiles de los de Sergi.
De nada sirvió el gol de bella factura de Joselu, salvo para que el Recre no cayera por el mismo resultado que en Alcorcón. Tras ocho partidos, los albiazules vuelven a besar la lona y era algo de lo que se hablaba, que la derrota tenía que llegar y que no había que rasgarse las vestiduras por ello.
Lo peor son las bajas de hombres importantes para el futuro. Álvaro Antón vio la roja y salvo recurso se unirá a las ausencias destacables de hombres como Arana y probablemente Jonathan Valle. El Recre necesitará de todo el talento para superar a un rival en alza que visitará el Nuevo Colombino, el Deportivo. Pero eso es harina de otro costal.
