Cuestión de credibilidad
El secretario técnico del Decano, Fernando Iturbe, nunca deja de sorprendernos. Ya no solo por los errores de bulto que ha cometido durante todo este tiempo y que le han costado caro al Decano, o el hecho de que prefiera viajar con el equipo antes que ver a jugadores que puedan firmarse, como se lamentaba en su día el propio Sergi Barjuan. Lo más llamativo del madrileño es su capacidad para aguantar todas las críticas, a la hora de comerse marrones o de quedar con el culo al aire cuando desde arriba le contradicen.
En esta ocasión se afanó en dejar claro que el fichaje de José Domínguez no tenía nada que ver con la llegada o no de un grupo inversor o futbolístico, sino que se trataba de un fichaje ya planificado para que tomara el relevo de Oltra, pero no se concretó porque las negociaciones fueron lentas y de ahí que se le diera la oportunidad mientras tanto a Pavón. Una versión que chocaba con lo dicho por Pablo Comas en la presentación del técnico onubense como entrenador del equipo, en el que aseguró que no se trataba de una solución interina, sino que estaría hasta final de temporada siempre y cuando los resultados no fueran funestos.
Así, en declaraciones recogidas por Huelva24.com, Fernando Iturbe explicó que las negociaciones han sido lentas, complicadas y no siempre se pueden cerrar en diez días. Hemos estado hablando con él aquí, en Madrid y en Lisboa y al final hemos tomado la decisión. También queríamos que Pavón siguiera en el club mucho tiempo porque creemos que su labor es importante dentro del cuerpo técnico. No es una cuestión ahora la de ver si hemos dicho la verdad o hemos mentido, sino que creo que hemos tomado una decisión porque creemos que es la adecuada. El fútbol, más que ninguna otra cuestión en la vida, es muy cambiante. Se hacen las cosas sobre la marcha y repito que creemos que esta decisión que hemos tomado es buena para todos.
Por lo tanto, todo esto puede resolverse por dos vías. Si en su momento dijeron la verdad, como ha dicho el propio secretario técnico del Decano, se toman decisiones “sobre la marcha” y si mintieron, su credibilidad vuelve a ponerse de manifiesto. Sinceramente, no sé qué es peor.
