Los ‘güenos’ del Recre
Gran fase acuñada por Nardy Lafuente, ese Recre ‘güeno’. Un guiño al pasado más reciente del Decano y con el que demostrar con palabras el sentimiento de pertenencia al club Decano del fútbol español, el del ‘choquero’ que ama a su Recre. Pero en estos difíciles tiempos, de vacas flacas, con un club que va camino de convertirse en solar, no hay un colectivo que represente e identifique más y mejor al recreativista de pie que los propios empleados del club.
Gente que da todo lo que tiene por permitir que el club mantenga su latido diario. Gracias a su labor intachable y profesional el Recre es el club que hoy conocemos, al margen de los dirigentes y plantilla de futbolistas. Quién no conoce hoy en día a alguno de los integrantes del cuerpo de empleados del club, ya sean en el apartado administrativo, de mantenimiento y deportivos. Ahí siguen los incombustibles Paco Antonio, Rodolfo Ortiz, Nardy Lafuente, Pedraza, Antonio Segovia y Raúl Molina, además de otras caras conocidas para toda la afición.
Ellos desde su humildad y honradez representan de verdad al ‘abuelo’ del fútbol español. Ellos sí, no los impresentables que les dejan tirados a su suerte. Esos cuya relación con el Decano es contractual, como representantes de esos nuevos accionistas mayoritarios que nadie conoce y nadie pone cara, o esos otros que se esconden tras una vidriera y no afrontan su responsabilidad desde el palco. Porque eso de dar explicaciones parece que no va con ellos.
Con la última de Álvaro Roncal, habrá que darle las gracias y todo, porque su desfachatez ha servido de punto de inflexión. En los empleados para decir basta ya y gritar a los cuatro vientos su situación, y para una afición desencantada y que puede reivindicar en cualquier momento y de forma masiva su libertad de expresión y de movilización.
Mientras que los señores con corbata se enfrascan en una nueva disputa, unos pidiendo mayor implicación del Ayuntamiento y los otros exigiendo que cumplan con sus compromisos de pago, prefiero centrar la atención en los que sufren de verdad todo esto. Para ellos esto no es un negocio, un juego de tronos o lujo prescindible, es el pan para sus familias y es su vida. Y estos señores se han vuelto a reír en la cara de ellos, se han reído del alma del Recreativo. Normal, no sienten esto ni lo harán, al menos no como los güenos’ del Recreativo. Un aplauso sentido para todos los trabajadores del club, nuestros verdaderos héroes.
