El baile de la desesperación
“Todo el mundo ya al ponerse el sol… al baile de la desesperación…”, cantaba en los años noventa la banda granadina 091. Eso puede ser aplicable a la actual situación del Decano. Anda la afición cabreada y muy preocupada; anda la prensa mareada con las mentiras y el baile de cifras; anda el Ayuntamiento de Huelva con el gran marrón que supone que el Recre esté al borde de la defunción; andan los anteriores rectores del Consistorio y del club onubense escondidos y sin dar la cara; y mientras tanto Gildoy, como si del juego del Risk se tratara, está todos los días inventando una estrategia y una nueva excusa, además de matando al mensajero y dejando pasar el tiempo. Total, ¿para qué?
Ya las cartas están sobre la mesa. Se acabó de jugar a ser falso. Ya no lo ocultan. Lo que se venía especulando desde hace tiempo se ha confirmado públicamente. Los dos socios mayoritarios del Recre no se tragan y al final el perjudicado es el Decano. Gildoy, o lo que es lo mismo, Pablo Comas, sólo quiere hacer negocio, mientras que el Ayuntamiento no tiene dinero y sí que al menos juega con la baza de la sentimentalidad. Además, quiere hacer las cosas con rigor y sin trampas, pero se ha encontrado enfrente con un hueso muy duro de roer. Está pidiendo la ayuda de la afición y de la ciudadanía para tumbar a Comas. La guerra ha comenzado y de las palabras se irá pasando a los hechos. El asunto del estadio acabará en los tribunales dentro de unos meses, y mientras tanto toquemos madera para que un juez no decida chapar el Decano. Porque lamentablemente que eso pueda ocurrir es una posibilidad que está mucho más cercana de lo que la gente se piensa.
Está más activo el Recre Trust que la Mesa de la Unidad. El caso es que hay que hacer algo antes de que esto se muera. Al menos que por intentarlo no quede. Es curioso (y hasta gracioso) que Comas diga que el peso de la justicia y de la legalidad al final acabará imponiéndose. Estaría bien que investigaran a fondo el Decano desde hace 10 ó 15 años. Sería para echarse a temblar. Y viendo lo de las últimas temporadas, resulta obvio que las cosas no se han hecho nada bien, ya que después de la quita concursal la deuda debería ser de alrededor de diez millones de euros y no del doble. Se ha fallado en todo y ahora la imagen es patética y ridícula. ¿Conocen algún club medianamente serio que lleve dos meses sin presidente? ¿Conocen algún club en el que el dueño se esconda detrás de una cristalera en su propio estadio para ver los partidos? ¿Conocen algún club en el que el máximo accionista esté más preocupado por poner denuncias y por los comentarios en las redes sociales que por gestionar con garantías y sin deberle dinero a todo hijo de vecino?
Ahora ya nadie sabe nada de Benjamín Naranjo. Ahora ya lo del Bien de Interés Cultural no parece que sea la panacea ni que vaya a salvaguardar el Decanato, ya que la nueva estrategia es chantajear con que si el Ayuntamiento de Huelva no da 10 ó 12 millones de euros esto se va al garete. Ahora ya nadie habla de que la Audiencia Nacional va a conceder la cautelar, o la cautelarísima, o yo que sé que historias, para que el club pueda recuperar la gestión de sus ingresos. Ahora hay que desviar la atención con el tema del Nuevo Colombino para que parezca que los malos sólo son Hacienda, ‘Perico’, Dumois, Mendoza y Cía. De lo de hacer autocrítica y decir que nos hemos equivocado y el Recre ha vuelto a Segunda B después de 17 años por nuestra culpa todavía no se lo hemos oído decir a estos prendas ni una vez. ¿Para qué? Ahora en esta categoría ya no se puede ganar pasta con traspasos de futbolistas, así que ¿ahora qué hacemos? Pues nada, una huida hacia adelante. Ir a los tribunales a ver qué ocurre. Total, ahí él se mueve como Pedro por su casa. Y también así se gana tiempo para buscar una excusa ante los trabajadores, futbolistas y técnicos para explicar los impagos.
A lo mejor hasta acaba llevando razón con lo del estadio, pero es cuanto menos extraño que después de cuatro años dentro del Recre saque ahora este tema. ¿Es que la soga no puede apretarle más el cuello? Pues todo apunta a que se le han agotado ya todos los recursos y ésta es su última bala. En fin, una pena. Antonio Martín sigue siendo cómplice de todo esto. Él al menos da la cara a nivel público y se lleva la mayoría de los palos que debería llevarse su superior, pero el papelito de José Luis y Jesús Martín también es de órdago. Sin dar señales de vida, aguantado el chaparrón en el palco y defendiendo a capa y espada lo indefendible. Para darles a los dos una medalla al desastre. Álvaro Roncal no se sabe si está o no está, José Luis Peña es un cero a la izquierda, Fernando Iturbe se está llevando un dineral por no hacer nada, y ahora también aparece un nuevo salvador y aliado de Comas, el abogado Sebastián Rivero, que se dio su baño de masas en la sala de prensa del Colombino en julio y que ahora es el justiciero que pretende azotar a Gabriel Cruz y a Antonio Ramos. Ambos deben mostrar entereza y pelear a muerte. Que Comas no se come a nadie. Eso es algo que ha quedado más que patente en estos cuatro últimos años. Así que suerte y no le tengan miedo. Huelva se juega muchísimo. Ya habrá tiempo de buscar la responsabilidad de ‘Perico’ o de Dumois, que también es alta en ambos casos. Pero ahora el malo, el enemigo, es Gildoy, y eso se puede decir con toda la objetividad del mundo.
En lo deportivo, nada nuevo bajo el sol. El equipo es capaz de dar la talla frente a los gallitos Murcia, Cádiz o UCAM Murcia y de arrastrarse contra el Jumilla, Algeciras o Melilla. Es muy secundario este apartado en los tiempos que corren, y si además los chavales no cobran es difícil exigirles demasiado. Lo normal es que no se sufra por la zona baja, aunque queda mucha temporada por delante y si en el mercado invernal se marchan los mejores y encima el club albiazul sigue teniendo los derechos federativos suspendidos y no puede fichar habría que empezar a ponerse en lo peor. Si llegado el 31 de enero no llegan refuerzos, si yo estuviera en la piel de Alejandro Ceballos o de Manolo Toledano cogería las maletas y me iría. Es ya una cuestión de dignidad, de orgullo, de no dejarse pisotear. Nada de lo que les prometen se cumple. El sevillano está a punto de explotar de nuevo públicamente, mientras que el onubense de momento está demasiado tapado y a la expectativa. Yo le voy a dar también de margen hasta ese 31 de enero, y si pasado ese día continúa inmóvil lógicamente también le criticaré. No se puede estar de brazos cruzados. En verano posiblemente recomendó la llegada de Alejandro Zambrano en detrimento de Toré, pero pare usted de contar. Lo de Edu Moya, sea o no un acierto, ya que es un futbolista de superior categoría pero tampoco está rindiendo muy allá, por ejemplo fue tan simple como que se presentó un día pidiendo hacer una prueba con el equipo y la pasó. Y os demás fichajes la mayoría fueron de asuntos pendientes con la Ponferradina y el Leganés o conocidos de José Domínguez. A Toledano hay que juzgarlo ya en el mercado invernal. Si no, para mí estaría sobrando. De figuras decorativas estamos ya bien hartos en la etapa de Gildoy. Alcemos la voz hombre, que esto se nos muere y luego no tendremos la conciencia tranquila por no haber reaccionado antes con contundencia.