La venta del Recre

Sigue la inanición en lo deportivo y en lo institucional. El cuerpo técnico y los jugadores hacen lo que pueden. Con la que tienen encima sería bastante injusto criticarles. La permanencia se antoja una quimera pese a que el calendario es benévolo y pese a que la afición está demostrando que va a dejarse hasta la última gota de sangre por su club. Y en los despachos no se sabe si ya queda alguien, ni lo que sucederá a partir del 21 de marzo, día en el que está prevista la celebración de la Junta de Accionistas. Pablo Comas enreda, algo que no es nuevo en estos últimos cuatro años y medio. Qué lastima.

Huelva24

Huelva

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Pablo Comas llegó al Recreativo de Huelva con aires de grandeza y empeñado en hacer negocio. No había ni una pizca de sentimiento en su aterrizaje, y hasta cierto punto podía ser lógico y normal que quisiera sacarle rédito económico a su apuesta, ya que siempre ha sido un empresario, o al menos un intento de empresario. Lo que pasa es que cuando las cosas no le van bien a un empresario hay maneras y maneras de atajar la crisis y de marcharse. Sin embargo, el madrileño no está por la labor de irse. No va a dar facilidades y el Decano le da igual. Si el club tiene que caer, que caiga, y si tiene que salvarse que lo haga, pero dejándole seis o siete millones de euros en su cuenta corriente. Así de claro y así de injusto, ya que en su día entre él y Víctor Hugo Mesa o llegaron a poner más de tres millones para hacerse con el 75% de las acciones del club más antiguo del país.

Ni en el año 2012 el Recre valía sólo tres millones de euros, ni ahora vale seis o siete, o incluso más, que es lo que quiere sacar Pablo Comas en limpio como mínimo antes de marcharse a tomar viento y muy lejos de aquí. Pedro Rodríguez debió documentarse mucho más antes de venderle el Decano a un cualquiera. Para él el club ya era un marrón al que habia explotado electoralmente a tope. La vaca ya no daba más leche y había que soltárselo al primero que pasara por la puerta. Debió haber escuchado más propuestas. A mí al menos no me vale la explicación de que fue el único que llegó presentado una oferta. Era imposible que llegara alguien más cuando Comas ya llevaba trabajando dentro del club más de medio año. Ahora todos nos arrepentimos, pero la jugada fue esa. La operación fue un completo desastre tanto por el precio tan barato como con el tremendo personaje al que fue a parar nuestro viejo abuelo.

Cuatro años y medio después el equipo tiene pie y medio en Tercera División, y eso puede ser la ruina económica total. Puede ser la desaparición porque ya sí que no habría ningún tipo de ingresos. Pero es que tampoco se ve la luz al final del túnel porque Comas sigue empeñado en forrarse y no quiere vender a cualquier precio. Debería hasta marcharse gratis después de elevar a la enésima potencia la deuda del Decano, pero no sólo no va a hacer eso sino que ni tan siquiera se conforma con la nada despreciable cifra de dos o tres millones de euros. Quiere muchísimo más y, claro, la avaricia puede romper el saco. Pero al final el madrileño seguiría viviendo tan campante y el Recre será el que esté cada vez más próximo a su desaparición. No es justo. El mundo del fútbol está cada vez más lleno de impresentables y de gente que no mira ni por el escudo ni por los trabajadores. A mí me gustaría ver aunque sea un mes al señor Pablo Comas pasando por las penurias económicas de los jugadores más jovenes de la plantilla o de los trabajadores del club, con seis o siete nóminas por cobrar. Una pena, una verdadera lástima. Aunque el Decano le importe un carajo, al menos que piense en esas pobres familias mileuristas. Repito, no son animales, son personas.

Huelva se está movilizando. El Ayuntamiento, no tanto, pero debe también reaccionar con urgencia. Huelva no va a dejar morir a su Recre. Pero cuando enfrente se tiene a alguien sin escrúpulos todo se complica mucho más. No le ha bastado con dejar el club como un solar en este tiempo. También quiere ahora lanzar un pulso: o me lo cargo, o me voy con los bolsillos llenos. Un poco de comprensión, por favor. Hay rumores de venta. Hay un runrún. Algo es algo. Aunque Comas es un negociador tremendamente duro. Esperemos que todo no quede en una cortina de humo, como ha sucedido con los principios de acuerdo con Hacienda y la Seguridad Social, o con la cautelar, o con la suspensión de los derechos federativos, o con las múltiples denuncias y comunicados. Nos tiene a todos agobiados. Nos tiene a todos aburridos y en un sinvivir. Nadie sabe si algún consejero está dispuesto a dar la cara, o si está haciendo algo para que el día a día del club sea más llevadero. Dime con quien andas... A quien se le ocurre acercarse a este engañaaficiones. Algunos tenemos la conciencia más que tranquila. Vimos al lobo muy pronto. Ahora todos lo ven, pero había que haberlo visto venir mucho antes y haber hecho piña para cansarlo y destriparlo. Ahora todos los pelotas de antaño también quieren devorarlo. En fin, espero que todo esto les sirva de enseñanza para la próxima. Este hombre nos tomó por tontos y por catetos nada más llegar. Ahora merece un final tan patético como su persona. Recre, te deseo suerte. A tí, sin embargo, Pablo Comas, no.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia