El bonito pueblo de Huelva que se oculta bajo un castillo, entre espléndidas dehesas, antiguas vías férreas y cortas mineras

Un apasionante viaje por las entrañas de este pequeño municipio de la sierra onubense , vinculado desde hace más de 4.000 años a la extracción de hierro y cobre

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Vista de Cala desde el castillo jm bRAZO MENA

José Manuel Brazo Mena

A los pies de la Sierra de San Benito, en el límite septentrional de la provincia de Huelva con la de Badajoz nos encontramos con Cala,blanquísimo pueblo serrano de orígenes muy antiguos, al igual que sus minas de hierro y cobre, que se ubican a escasos kilómetros del casco urbano junto a la carretera que se dirige desde Santa Olalla hasta Fregenal de la Sierra(A-434), en medio de un interesante paisaje adehesado.

El poblamiento de estas tierras, que siempre ha estado asociado a las extracciones mineras, se ha llegado a datar en la Edad del Bronce (2.000 años a. C.), según indican los yacimientos de la Papúa y el Trastejón, aunque el periodo de apogeo se sitúa en los siglos I y II, época a la que corresponden los cuerpos de 18 mineros encontrados con sus herramientas en una galería romana de la mina Dolores, donde habían quedado atrapados por un derrumbamiento.

Imagen principal - Castillo de Cala, vista del pueblo y torre del reloj del Ayuntamiento
Imagen secundaria 1 - Castillo de Cala, vista del pueblo y torre del reloj del Ayuntamiento
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Castillo de Cala, vista del pueblo y torre del reloj del Ayuntamiento JM BRAZO MENA

Con posterioridad, los visigodos dejaron vestigios de su presencia en las explotaciones de mineral de la Sultana y Minas de Cala y más tarde fueron los árabes, quienes construyeron en torno al siglo XII un pequeño castillo en lo alto del cerro que domina la población, que fue reconstruido por los cristianos para la defensa de la ciudad de Sevilla de las sucesivas contiendas con Portugal, y que formó parte de la denominada Banda Gallega.

Una fortaleza medieval que se asoma al pueblo y a la sierra

A la fortaleza, que fue restaurada entre 2010 y 2011 por la Junta de Andalucía, se puede acceder por un camino que parte del Hostal La Muralla, y que constituye un magnífico mirador del pueblo y de la sierra. Desde su posición, se pueden ver los castillos de Real de la Jara y de Santa Olalla del Cala, todos ellos controlando el paso de la Vía de la Plata, y también el monasterio de Tentudía, situado en el pico del mismo nombre, en la provincia de Badajoz.

Entre la arquitectura popular de las casas caleñas sobresale la iglesia parroquial de Santa María Magdalena, construida entre los siglos XIII y XIV con un estilo inicial gótico mudéjar, aunque después ha sufrido incorporaciones de otros estilos. En la cubierta a dos aguas de la nave central, se suceden cúpulas con diversas posiciones, revestimientos y remates, lo que dota al templo de numerosos puntos de vista, que llama la atención del visitante.

En el recorrido por el pueblo, el excursionista se encontrará también con otros atractivos urbanos como la Casa Jardín situada en la calle Fuente, construcción señorial con portada barroca, en cuyo interior destaca su hermoso jardín, con árboles, estanques, huertas y un lagar, así como diversos elementos de la arquitectura del agua como la fuente de la Plaza de la Cruz, el pilar de la calle Fuente y el Nuevo en la calle Rodrigo.

Imagen principal - Corta de la mina Teuler, sendero de los contrabandistas y la cruz del paseo de la ermita
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Corta de la mina Teuler, sendero de los contrabandistas y la cruz del paseo de la ermita JM BRAZO MENA

En el extremo sur del casco urbano, y ya extramuros, un bonito paseo conduce al viajero hasta la ermita de la Virgen de Cala, un santuario mudéjar de arcos transversales, construido sobre un antiguo solar romano, de lo que dan fe una serie de lápidas de la época imperial que engastadas en los muros del interior del edificio. Desde este lugar, llevan al patrón San Roque hasta el paraje de Las Tres Encinas, donde se celebra una multitudinaria romería, en mayo.

Colada de los Contrabandistas

Además, por la Colada de los Contrabandistas se puede acceder también a las Tres Encinas, que se encuentra hacia la mitad de un trayecto circular de 6,5 kilómetros de recorrido, y de dificultad baja. Entre los principales atractivos de este sendero destaca el hecho de caminar entre robustos alcornoques que convierten este paraje en uno de los paisajes de dehesa más bellos del Suroeste de la Península.

Según la tradición caleña, la Colada de los Contrabandistas, sigue antiguos caminos utilizados por estraperlistas en la zona, que transportaban productos desde Portugal a España, como café, azúcar o tabaco, como una forma de subsistencia, a menudo de madrugada y en condiciones difíciles, una actividad que llegó a ser conocida como «contrabando del hambre» en la posguerra.

Corta de las minas de Teuler

Fuera del núcleo urbano, el visitante puede dirigirse a los poblados mineros que rodean la localidad, entre los que se encuentran el de Minas de Cala, uno de los pocos caseríos que permanecen activos y que se puede visitar en grupo previa cita; la Sultana, situado en un hermoso paraje de dehesas, que conserva parte del antiguo poblado y algunas bocas de mina, así como la excursión a la corta de Teuler, compartida con el vecino término de Santa Olalla.

Imagen principal - Minas de Cala y portada de la iglesia de Santa María Madalena
Imagen secundaria 1 - Minas de Cala y portada de la iglesia de Santa María Madalena
Imagen secundaria 2 - Minas de Cala y portada de la iglesia de Santa María Madalena
Minas de Cala y portada de la iglesia de Santa María Madalena JM BRAZO MENA

El camino del Teuler se inicia en la ermita de la Virgen de Cala y discurre por espléndidas dehesas de encinas, alcornoques y quejigos, y su recorrido, de 5,5 kilómetros, constituye una atractiva excursión hasta el paraje minero. Aquí, se puede ver el poblado, la interesante casa que se conserva del ingeniero de principios del siglo XX, y un espectacular lago azul intenso, formado en una de las cortas de la mina de hierro e iluminado con tonos irisados.

Un sendero por el antiguo trazado del tren minero

Un sendero de enorme interés lo constituye el antiguo trazado del ferrocarril Minas de Cala- San Juan de Aznalfarache, construido a principios del siglo pasado, por donde se transportaba el mineral extraído hasta el embarcadero del Guadalquivir. En la actualidad, al encontrarse cubierto buena parte del trayecto y sus estaciones por el pantano de Zufre, sólo se puede disfrutar de algunos tramos, que reflejan el gran valor industrial y paisajístico del enclave.

Imagen principal - Iglesia Santa María Madalena, fachada caleña y espadaña de la ermita de nuestra señora de cala
Imagen secundaria 1 - Iglesia Santa María Madalena, fachada caleña y espadaña de la ermita de nuestra señora de cala
Imagen secundaria 2 - Iglesia Santa María Madalena, fachada caleña y espadaña de la ermita de nuestra señora de cala
Iglesia Santa María Madalena, fachada caleña y espadaña de la ermita de nuestra señora de cala JM BRAZO MENA

Otros caminos conducen a parajes naturales con posibilidades recreativas como la Rivera del Cala, con pozas para el baño en la época estival, a 2,5 kilómetros de Cala, y la Rivera del Hierro y su antiguo embalse minero, a 7 kilómetros. La presa, ocupada en su cola por las eneas, se ha convertido en el hábitat de numerosas especies acuáticas, poco habituales en la Sierra de Aracena, aparte de otros anfibios y peces.

Mosto de cañamón

Entre las especialidades gastronómicas caleñas, destacan el mosto de cañamón, producido con la única viña existente en la localidad, exquisito caldo que se puede acompañar de un amplio surtido de productos ibéricos, como 'la paleta' y 'el guarrito frito', así como el 'picadillo de pestorejo', aderezado con tomates, pimientos y cebollas. En repostería, son conocidas las perrunillas, los pestiños y las bollas de chicharrones, entre los dulces caseros más solicitados.

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