Al menos la honra y el honor

¿Y a esos niños y niñas que veían llegar a sus jugadores en sus escuelas para que les hablasen de hábitos de vida saludable?

¿Y ahora qué le decimos a esos niños y niñas de las distintas escuelas deportivas que cada domingo venían de todos los pueblos de la provincia en sus autobuses para dejarse sus gargantas animando a su Recre?

¿Cómo honramos la memoria de quien fuera socio y que en su último suspiro me exclamaba que lo más grande que tenía en su vida era su familia y su Recreativo? ¿Qué le decimos a esta afición que lo ha dado todo?

No señores, no da igual la categoría en la que se milite. No me vendan eso que la rabia contenida terminará por hacerme perder la compostura.

No hay excusa alguna para semejante fracaso deportivo y menos en este Club, en el que llueve sobre mojado desde hace ya tiempo.

Este escudo y su historia es ya muy antigua y hemos pasado por todo pero jamás por perder el honor deportivo hasta este nivel. Esta afición que lo ha dado todo no se merece tanto daño ni amargura.

Ustedes, los que nos habéis llevado a esta situación, os iréis pero nosotros y nuestra historia nos quedaremos aquí de por vida y seremos los que tengamos que arrimar el hombro como llevamos haciendo 131 años.

¡Hay tanto sentimiento en juego! Sí señores, sentimientos, porque el Recre es más que un Club. El Recre es nuestra identidad colectiva.

José Antonio Cabrera Ramírez , recreativista desde que nació.