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Cuarta temporada seguida de altibajos y con un Recre que fue de más a menos
19.40 h. El Decano ha finalizado décimo tercero, contabilizando su tercera peor puntuación en sus diez últimas temporadas en Segunda. Comenzó de manera decente e incluso en la jornada 26 marchaba en puestos de 'play-off' de ascenso, pero después se despeñó por su endeblez defensiva y por los continuos cambios de su técnico en las alineaciónes.

La cuarta temporada consecutiva del Recreativo de Huelva en Segunda División tras su descenso de Primera en el año 2009 ha vuelto a ser bastante gris y con demasiados altibajos, algo que ha impedido a la afición engancharse con el equipo y soñar con estar en la zona alta, aunque es cierto que durante un tramo de la competición el Decano ocupó puestos de 'play-off' de ascenso cuando en el presente ejercicio el principal objetivo era el de la permanencia y el de ir creando un bloque que lograra subir a la Liga de las Estrellas en el plazo de tres años.
Ese es el tiempo que se han marcado Pablo Comas, Víctor Hugo Mesa y Sergi Barjuan para estar en la élite, así que podría decirse que en esta primera campaña han sentado las bases para comenzar a crecer y para que a partir de ahora la exigencia sea cada vez mayor. Pero lo peor ha sido el fuerte desapego con la afición y lo poco que ha transmitido su entrenador de puertas hacia fuera. Unos defectos que el club y su técnico tienen que corregir en los próximos meses. Toca, por lo tanto, reflexionar para mejorar desde la autocrítica y desde la crítica constructiva (no de la que está al servicio del Decano).
A nivel numérico, el conjunto albiazul ha finalizado en la décimo tercera posición clasificatoria, es decir, prácticamente en tierra de nadie. Ha sumado 54 puntos de 126 posibles en 42 jornadas merced a 15 victorias, 18 derrotas y nueve empates, con 46 goles a favor y 57 en contra. Ha sido el décimo cuarto equipo que más goles ha hecho en la categoría y el sexto que más ha encajado. En defensa el equipo fue de más a menos, mientras que en defensa casi siempre fue un flan, y la gran cantidad de fallos que cometió, tanto a la hora de sacar el balón como de defender las acciones de estrategia, le costaron muchos puntos al Recre. Sólo ha logrado una victoria por tres goles de diferencia, ha estado como máximo cuatro partidos sin perder, su mejor racha de victorias consecutivas fueron tres y la peor fueron cuatro derrotas seguidas. Además, ha sido el cuarto conjunto que ha visto más cartulinas amarillas, un total de 152.

La temporada podría dividirse en cuatro partes bien diferenciadas. En la primera, que llegaría hasta la jornada 13, el Decano se las prometía muy felices y estaba rindiendo incluso por encima de las expectativas, ya que sumaba 22 puntos de 39 posibles y marchaba sexto en la clasificación. De ahí al final de la primera vuelta, es decir, en los ocho encuentros siguientes, el Recre únicamente contabilizó seis puntos sobre 24, lo que motivó que descendiera hasta el duodécimo puesto y tuviese la zona de 'play-off' de ascenso a cinco puntos de distancia.
Pero el Decano fue capaz de reaccionar y de sacar 10 de los 15 puntos de las cinco primeras jornadas de la segunda vuelta liguera, lo que provocó que de nuevo se instalara la euforia, ya que en la jornada 26 se situó otra vez en la sexta plaza clasificatoria. Pese a eso, no había más de cinco o seis mil personas nunca en la grada del Nuevo Colombino, así que algo se estaría haciendo mal pese a que a nivel numérico la cosa marchaba sobre ruedas. La presión pudo poderle a partir de ahí a los futbolistas y a Sergi Barjuan, ya que en las 16 jornadas que restaban del campeonato el Recre hizo números de descenso, sumando únicamente 14 puntos de 48 posibles.
En definitiva, que el Decano ha finalizado el campeonato en la décimo tercera posición, a siete puntos del descenso y a 12 de los puestos de 'play-off' de ascenso. Al lograr 54 puntos, ha completado una campaña mejor que la anterior, en la que únicamente sumó 47 puntos, pero también ha logrado menos que en la 2009/10, en la que contabilizó 57, y que en la 2010/11, en la que hizo 56. Es su tercera puntuación más baja en sus diez últimas temporadas en Segunda, superando únicamente a la del pasado ejercicio y al del 1999/2000, en el que contabilizó 45. Es decir, que prácticamente los cuatro ejercicios han sido calcados y la afición está impaciente por comprobar que el Recre puede pelearle de tú a tú a los grandes de la categoría de plata y salir de una vez por todas de la mediocridad de la clasificación.

En cuanto al juego, ha habido también sombras y luces. Lo curioso es que el Decano ha sufrido una involución cuando se esperaba todo lo contrario y ha ido claramente de más a menos. Así, en las primeras jornadas es cierto que encajaba demasiados goles por su propuesta alegre, ya que concedía demasiados espacios atrás y en las bandas a los rivales, algo de lo que se aprovecharon el Racing de Santander, el Elche o el Girona, entre otros. Pero al menos el equipo tocaba el balón con sentido, vistosidad y velocidad y creaba claras ocasiones en todos los partidos. Eso se tradujo en varias convincentes victorias, además de en el hecho de que el equipo albiazul convirtió el Nuevo Colombino en un fortín del que salieron derrotados sus cinco primeros adversarios (Mirandés, Murcia, Lugo, Alcorcón y Villarreal).
Tras la goleada sufrida por 2-5 a manos del Sabadell en la décimo cuarta jornada, Sergi introdujo una variante en la portería con la entrada de Cabrero en detrimento de Alejandro. Eso le dio algo más de solidez a la zaga albiazul, pero el míster catalán variaba demasiado su alineación y encima se empecinaba en situar a Brozek como referente ofensivo pese a que su aportación goleadora era nula. Ya empezaban a verse aciertos de la temporada, como Chuli o Alexander, pero también graves fiascos, como el propio Brozek, Borja Granero, Marco Navas o Riolfo. Además, Sergi no confiaba en futbolistas que cuando entraban no lo hacían nada mal, caso por ejemplo de Pardo, Berrocal o Jesús Rubio.

El preparador del Decano nunca cambió su esquema de juego, un 4-3-3 con trivote en el que dejaba las bandas bastante desguarnecidas, pero sí que cambió continuamente sus alineaciones. De hecho, nunca tuvo un once tipo. En el mercado invernal el Recre se reforzó con Ruymán, Arana y Puigdollers, y los dos primeros (principalmente el central canario) se confirmaron como aciertos y como futbolistas que darán muchas tardes de gloria la próxima temporada. Pero el Recre seguía haciendo aguas en defensa y encima los rivales le cogieron el truco y ya apenas les dejaban crearles ocasiones de gol. Así, el Decano tenía el balón pero en lugares donde no hacía daño, y arriba era demasiado lento y previsible.
Algún error arbitral y la mala suerte en los descuentos en Alcorcón o Villarreal provocó que el conjunto albiazul se dedicase ya en el tramo final sólo a lograr cuanto antes la permanencia matemática, algo que consiguió tras derrotar por 2-1 al Córdoba en la antepenúltima jornada. El espejo de lo que debe hacer para la próxima campaña lo ha encontrado curiosamente en los cuatro últimos partidos, en los que sólo encajó un gol y sumó tres empates y una victoria. Eso sí, Sergi Barjuan elevó su cifra de jugadores utilizados a la friolera de 35, haciendo debutar de cara a la galería a algún futbolista del filial en el tramo final. Sabe que tiene que intentar tener un once tipo y una plantilla menos amplia. Con menos futbolistas de mentira y de relleno y confiando más en la gente de la casa. Sin Chuli, deberá buscar un recambio de garantías en ataque y comenzar desde la pretemporada a creérselo y a enganchar a la afición. Se puede luchar por estar arriba, pero cambiando muchísimas cosas de las que ha hecho el catalán en el ejercicio que acaba de concluir. Tocan semanas de reflexión, de agilizar la plantilla, de firmar a cinco o seis futbolistas que den un salto de calidad y de conseguir un Recre más sólido y serio fuera y dentro del terreno de juego.